La selectividad está a la vuelta de la esquina. En sentido literal, pues en muchas comunidades autónomas comenzará en una semana (aquí se pueden consultar las fechas específicas). Ante su inminente realización, los nervios por la EBAU no hacen más que aflorar: dependiendo de la nota de corte, se podrá acceder o no a la carrera universitaria que se quiere estudiar.
En caso de no alcanzarla, logrando un resultado por debajo de lo que se pide en las universidades, siempre se puede subir nota. ¿Cómo? Hay tres opciones disponibles para mejorar la nota de selectividad:
- Repetir la Fase Obligatoria.
- Repetir la Fase Voluntaria.
- Repetir ambas fases.
En este sentido, cabe recordar que la Fase Obligatoria tiene un peso del 40% en la nota de corte, que es la que se utiliza para acceder a las universidad. Por su parte, la media de Bachillerato (ambos cursos) valdría un 60%. En caso de realizar la Fase Voluntaria, el resultado obtenido en las materias examinadas se multiplicaría por 0,1 o 0,2, dependiendo de su ponderación en el grado universitario. Hay que tener en cuenta que esta parte, la específica, se guardar por un máximo de dos años.
Asimismo, hay que señalar que no existe un número límite de veces para presentarse a la EBAU. En otras palabras, los estudiantes pueden presentarse las veces que quieran a selectividad. Además, conviene saber que en ningún caso se podrá bajar la nota. Siempre se guarda la mejor calificación obtenida, por lo que si al presentarse de nuevo a las pruebas se obtiene una nota peor, se guardar la anterior.
Consejos para subir nota en selectividad
Para mejorar la nota de selectividad, después de haber realizado ya los exámenes, hay que valorar si interesa presentarse a la convocatoria extraordinaria (en julio o septiembre, dependiendo de la comunidad) o esperar al curso que viene. Dependiendo de la demanda de plazas del título universitario que se quiere cursar, la opción más recomendable puede variar. Estos son algunos consejos que pueden ayudar a subir nota en la EBAU:
- Elegir correctamente las asignaturas a repetir: si se realiza la Fase Voluntaria, hay que elegir correctamente las asignaturas de las que examinarse. Según la comunidad, permiten presentarse a tres o cuatro, pudiendo escoger después para la nota la que más interese. Ahí se esconde la clave más importante: hay que consultar qué optativas puntúan más en la carrera que se quiere estudiar, para que así se multiplique el resultado por 0,2.
- Analizar los exámenes anteriores: de los errores se aprende. Es un dicho lleno de verdad: conviene examinar en qué partes se falló en la prueba anterior para reforzarlas. Tras ello, conviene emplearse a fondo en las partes más difíciles, sin dejar de repasar las que se dominan con mayor facilidad.
- Organizar un calendario de estudios: para asegurar una buena administración del tiempo, conviene repartir los contenidos a estudiar por días. Hacerlo da garantías de que no quedará nada pendiente antes de los exámenes.
- Practicar con exámenes reales: las propias universidades suelen colgar todos los exámenes de años anteriores. Conviene practicar todo lo posible para no solo aprender a resolverlos, sino también para solucionarlos en el tiempo que se exige en selectividad: 90 minutos.
- Realizar esquemas y resúmenes: sintetizar la información y plasmarla, ya sea en papel o en herramientas digitales, ayuda a retener los contenidos. Es una técnica de estudio que recomiendan todos los expertos y que después permite repasar con mayor rapidez.
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