Una pareja gana más de 130 millones de euros en la lotería y sorprenden con su primera compra

Qué hacer con el dinero que se gana en la lotería es algo con lo que se fantasea a menudo, y decir en que se gastan los primeros euros del premio es algo muy personal. En ocasiones estas decisiones pueden resultar peculiares, como es el caso de una pareja que ha ganado 130 millones de libras y su primera compra ha sido más que sorprendente, “Un par de bragas”

Así lo han contado Frances Connolly y su esposo, Paddy, en una entrevista con medio británico 'The Sun', una pareja que se ha convertido en una de las historias más singulares entre los ganadores de lotería del Reino Unido. 

La pareja, que ganó 114 millones de libras (más de 136 millones de euros) en ‘Euromillones’ hace casi seis años, ha compartido en esta entrevista los detalles sorprendentes de su primera compra, y cómo su vida ha dado un giro radical tras recibir el cuarto mayor premio en la historia del sorteo. 

Una primera compra sorprendente y una vida dedicada a obras benéficas

A pesar la enorme fortuna que ganaron la primera compra de Frances fue cualquier cosa menos lujosa, “un par de bragas”, confesó entre risas. La anécdota surgió porque, tras ganar el premio, se refugiaron en un hotel por cuestiones de seguridad, dejando atrás todas sus pertenencias.

“Salimos de casa con lo justo para evitar que alguien se enterara y nos localizara. Cuando llegamos al hotel, me di cuenta de que no tenía ropa interior limpia. Tuve que llamar a nuestra hija Fiona para pedirle que pasara por Marks & Spencer. Compró un paquete de tres pares por 12 libras”, relató Frances con humor.

Sin embargo, no tardaron en adquirir su primer artículo de lujo, un reloj de bolsillo de oro para su padre, al que le grabó una letra F como detalle personal.

Desde el día en que se enteraron de su suerte, la pareja se ha esforzado por mantener los pies en la tierra y aprovechar sus recursos para marcar una diferencia en las vidas de los demás. La mujer reflexiona sobre cómo han llevado su inesperada fortuna “ganar no te convierte en otra persona. Lo que cambia es tu vida, no tu personalidad”, explicó al medio. 

De este modo la pareja ha donado más de 60 millones de libras (casi 72 millones de euros) a amigos, familiares y organizaciones benéficas. Su enfoque filantrópico fue una decisión tomada desde el principio. “Paddy sugirió que hiciéramos una lista de personas a las que queríamos ayudar. Después me preguntó: ‘¿Y las organizaciones benéficas?’. Fue entonces cuando decidimos que podíamos hacer algo grande”.

Durante estos años, la pareja ha usado su fortuna para ayudar a otros, fundando 2 organizaciones benéficas, el Kathleen Graham Trust, en memoria de la madre de Frances, y The PFC Trust, que se centra en apoyar a comunidades vulnerables en Irlanda del Norte y el noreste de Inglaterra.

En la pandemia, centraron sus esfuerzos en ayudar a los pacientes mayores en hospitales que no tenían acceso a ropa por el confinamiento. “Pasé la noche comprando cientos de pijamas y camisones por Internet”, explicó, Frances, quien relata que una de las notas de agradecimiento más emotivas que ha recibido fue de un hombre cuya silla de ruedas adaptaron para que pudiera moverse con mayor facilidad “su tarjeta solo decía ‘Gracias’. Lloré durante dos horas al leerla”.

Lujo moderado, prioridades claras

Aunque la pareja ahora disfruta de comodidades como una casa de cinco habitaciones con piscina, un Jaguar y un Alfa Romeo, aseguran que han mantenido una vida sencilla. “Nunca viajamos en primera clase. Nos ofrecieron un ascenso una vez, pero lo rechacé. Si estás en primera clase, te dan un cubículo, y yo quiero sentarme al lado de mi marido”, afirmó Frances.

A sus familiares el dinero de la pareja les ha traído tanto alegrías como ciertos quebraderos de cabeza, y es que la pareja apunta que una de sus hijas les había confesado “estoy harta de hablar de acuerdos prenupciales y lo que pasará cuando muráis’. Pero es necesario planificar”.

Y sobre los planes, también ha decidido ya cuál será el próximo regalo de Navidad para su nieto de 17 años, quien está buscando su primer coche. “Será un coche viejo. No voy a pagar el seguro de un coche nuevo para un joven. ¡Ni hablar!”, declaró la mujer.

La pareja lejos de una jubilación tranquila, se mantienen más ocupados que nunca, combinando sus actos benéficos con sesiones de natación junto a un grupo de amigos, o con las obras de renovación de una casa en Irlanda, donde planean pasar más tiempo.