Una anciana muere dejando una herencia de 5 millones de euros: se la disputan entre 4 herederos, con 2 testamentos y un amor secreto

Una herencia con un patrimonio neto de aproximadamente 5 millones de euros entre cuentas corrientes e inmuebles, dos testamentos y cuatro aspirantes a herederos. Si a esto se le suma una cerradura forzada, un diario robado, un amor no confesado y transferencias bancarias irregulares, se obtiene el misterioso caso de la herencia millonaria de una jubilada italiana que falleció en medio de la pandemia. 

El caso de Maria Giuseppina Rista, más conocida como Pinuccia, está copando titulares en la prensa italiana, por lo misterioso de su herencia. Según la información publicada en uno de los medios locales ‘Corriere Torino’, la jubilada de 71 años falleció en total soledad el 13 de abril de 2021, dejando una fortuna casi desconocida que había heredado de sus padres. 

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Pese a llevar una vida austera, ahora hay 4 aspirantes a quedarse con el patrimonio de la mujer: dos primos lejanos, una inquilina que encontró un testamento en el buzón y E., el hombre de 56 años del que la mujer confesó estar enamorada en un diario y a quien supuestamente nombró heredero universal en el mismo.

La herencia llega a los tribunales por unos movimientos sospechosos en su banco

El caso de la herencia de  Pinuccia se encuentra en los tribunales, ya que los medios señalan que hay algo que “no cuadra”. El director del banco en el que tenía sus ahorros descubrió que se había abierto una nueva cuenta a nombre de la mujer y se había realizado una transferencia de 12.000 euros a taller mecánico en Rumanía. 

Este hecho extrañó al trabajador del banco, que todavía no tenía constancia de la muerte de Pinuccia, que ni siquiera sabía usar internet ni tenía coche. Cuando la contactó a través del teléfono, la llamada la contestó una joven que decía ser su cuidadora. Tras seguir investigando sobre estos movimientos bancarios, descubrió que estos trámites se habían hecho 6 meses después de la muerte de la mujer. 

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A partir de este descubrimiento fue a Fiscalía la que comenzó con las investigaciones sobre la herencia de la mujer, que terminaron en un juicio por fraude a una persona incapaz, cuyo acusado era el hombre de 56 años, del que la mujer decía estar enamorada en su diario y al que había supuestamente había nombrado como heredero en el mismo.

El supuesto heredero encuentra el testamento

Tras la investigación, el enamorado de Pinuccia, explica cómo encontró el diario de la anciana. Según sus declaraciones, entró en la casa con las llaves que la propia mujer le había entregado, para buscar una foto que poner en su tumba, y en su lugar encontró el diario. 

En el mismo la anciana hablaba de las muertes que estaban ocurriendo durante la pandemia y escribió “Espero que no me pase a mí también, que estoy sola. En caso de morir le dejo todas mis posesiones a E., el único que siempre me ha ayudado”. Más adelante, en otra de las páginas, se incluye su declaración de amor hacia el hombre “Virgen, ayúdame con E., porque lo amo mucho. Haz que él también me ame.”

E. confiesa en sus declaraciones que, en principio, no se da cuenta de la fortuna que tiene entre manos, pero cuando lo descubrió acudió a un notario para hacer público el testamento. Aunque este hecho no le permite conseguir ni el dinero ni propiedades de la anciana, que se encuentra en manos de un administrador de herencias. 

Aparecen nuevos herederos 

Durante este proceso han aparecido nuevos herederos, y es que un dato importante es que al diario de la anciana le faltaban algunas páginas, una de las cuales se encontró en el buzón de una inquilina de la mujer. 

En dicha página Pinuccia le dejaba en herencia un edificio completo de 12 apartamentos. Tanto la caligrafía de esta hoja del diario como la del resto, en el que se nombra a E. heredero, fue comprobada y no impugnada.  No obstante, los herederos legales de la mujer, dos de sus primos lejanos, no aceptaron la declaración del enamorado como heredero universal. 

Actualmente, la herencia de la anciana se ha resuelto en primera instancia a favor de sus primos, ya que el testamento ha sido invalidado por no haberse podido comprobar una fecha cierta en el mismo. 

En cuanto a su heredero universal, además de quedarse sin herencia, se enfrenta a un proceso penal, acusado de defraudar a una persona incapacitada y de suplantar su identidad por la apertura de la cuenta bancaria tras la muerte de la anciana.