Un hombre acude a un mercadillo solidario a comprar un sofá de segunda mano y encuentra 6.000 euros

Este hombre compró un sofá de segunda mano y, cuando fue a limpiarlo, encontró 300 billetes de 20 euros, es decir, 6.000 euros en metálico.

Sofa con billetes de euros
Un hombre acude a un mercadillo solidario a comprar un sofá de segunda mano y encuentra 6.000 euros iStock
Francisco Miralles

Siempre se ha dicho que rebuscar entre el sofá y los cojines puede traer fortuna y si no, al menos podemos encontrar objetos perdidos o inesperados. Por lo general, siempre es común encontrarse monedas en el fondo de los cojines. En este caso suelen ser monedas de céntimo de euro o como máximo de 2 euros. Pero los hay que tienen suerte, y que encuentran en vez de una moneda un buen puñado de billetes de euro.

Algo parecido es lo que le pasó a Alberto, un hombre que acudió a un mercadillo solidario, donde se ofrecían objetos de todo tipo y condición, desde artículos cotidianos hasta piezas más singulares. Estos mercadillos, conocidos por su carácter benéfico, reúnen una variada selección de productos que, en circunstancias normales, difícilmente coincidirían en el mismo espacio. Alberto paseaba por las diferentes mesas sin imaginar que ese día le depararía una inesperada sorpresa.

Dado que los mercadillos solidarios no tienen ánimo de lucro, los compradores suelen participar de manera altruista, sabiendo que su aportación sirve para apoyar una buena causa. En estos eventos, lo habitual es adquirir algún artículo sin necesidad real, simplemente para colaborar.

Aun así, en ocasiones se pueden encontrar productos útiles y en buen estado a precios muy asequibles. Este fue el caso de Alberto, quien, al ver un sofá que le pareció adecuado para su hogar, decidió comprarlo sin imaginar que esa elección cambiaría su vida. Lo que sucedió después fue tan inesperado que parece difícil de creer, convirtiéndose en uno de los tratos más rentables que podría haber realizado.

6.000 euros en billetes de 20 euros

Después de adquirir el sofá de segunda mano, Alberto decidió que necesitaba una limpieza a fondo. Para ello, optó por desmontarlo, sin imaginar lo que estaba a punto de descubrir. En el interior de uno de los cojines, halló 300 billetes de 20 euros, es decir, un total de 6.00 euros, una cantidad que nunca hubiera esperado encontrar. El origen del dinero era desconocido, pero Alberto no dudó en aceptar este inesperado “regalo del destino”, aplicando la lógica común de que quien encuentra algo, se lo queda.

En declaraciones posteriores, Alberto afirmó que sigue disfrutando de los beneficios de aquel sorprendente hallazgo, que ha quedado grabado en su memoria como un momento inolvidable. En esta ocasión, el acto de participar en un mercadillo solidario trajo consigo una inesperada recompensa, haciendo que su gesto solidario tuviera un retorno multiplicado por seis mil.

¿Qué dice la ley sobre encontrarse dinero en metálico?

Si alguien se encuentra dinero en la calle en España, no puede simplemente quedárselo sin más. Aunque podría parecer un golpe de suerte, la ley establece ciertos procedimientos que deben seguirse para evitar sanciones.

Según el artículo 253 del Código Penal, quedarse con dinero ajeno sin hacer un intento de devolverlo se considera un delito de apropiación indebida. Esto aplica si el dinero, objetos de valor o cualquier bien han sido confiados, recibidos en depósito o simplemente encontrados. Si alguien decide quedarse con ese dinero sin devolverlo, puede enfrentarse a multas o sanciones.

Multas y sanciones:

  • Si la cantidad encontrada es inferior a 400 euros, se impone una multa de entre uno a tres meses.
  • Si la cuantía es superior a 400 euros o si se trata de objetos de valor artístico, histórico, cultural o científico, la pena puede ser más grave, incluso de seis meses a dos años de prisión.

El Código Civil también establece, en su artículo 615, que la persona que encuentre dinero u objetos tiene la obligación de devolverlos a su "anterior poseedor". Si no se puede localizar al dueño, el procedimiento correcto es entregar el dinero a las autoridades locales o a la Policía. En el caso de que, tras dos años, nadie reclame el dinero, este podrá ser adjudicado a la persona que lo encontró.

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