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Un fontanero italiano que vive en España desde más de 8 años: "Hoy he trabajado 12 horas seguidas y he facturado 2.540 euros"

Este autónomo explica el día a día de un oficio en plena escasez de profesionales animando a otros profesionales a animarse.

manuele Armeli Moccia, fontanero italiano que vive en Valencia
manuele Armeli Moccia, fontanero italiano que vive en Valencia |Redes Sociales
Francisco Miralles
Fecha de actualización:
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Ser autónomo es España es por así decirlo una “profesión de riesgo” pues dependes solamente de ti para ganar dinero y llegar a final de mes. Por eso muchos optan por ser asalariados, para vivir más tranquilos, esperando una nómina a finales de mes sabiendo que “no vas a ser rico, pero tampoco te va a faltar”. Pero hay otros como Emanuele Armeli Moccia, que llegó a España hace ocho años y, desde entonces, la fontanería ha sido su modo de vida.

En las redes sociales muestra cómo es su día a día como autónomo en Valencia. Jornadas largas, trabajos complejos y una facturación que en ocasiones supera el sueldo mensual de muchos trabajadores. “Hay días de 1.900, 1.500 o 900 euros… depende”, explica en uno de sus vídeos.

Pero una reparación reciente en el baño de un cliente llamó especialmente la atención. “Hoy he trabajado 12 horas seguidas y he facturado 2.540 euros en una única factura”, relata mientras enseña el estado de la instalación que tuvo que sustituir por completo.

Más de 1.000 euros al día, pero con jornadas maratonianas

El trabajo no era sencillo, pues el cliente quería darle un lavado de cara al baño y, además, sufría problemas graves en la instalación: no llegaba agua caliente, algunos grifos no funcionaban y las tuberías estaban completamente obstruidas. Según explica Emanuele, la conducción principal era de hierro y estaba tan deteriorada que estaba “a punto de reventar”.

El fontanero explica el paso a paso, descubriendo la instalación antigua, desmonta las conducciones y diseña un trazado nuevo para llevar el agua caliente y fría a cada punto del baño. El cliente, además, quería que parte de la instalación se dejara vista y en cobre para obtener un acabado más estético, lo que añadía complejidad al proyecto.

Pese a las cifras llamativas explica que trabaja turnos de 12 horas, que después debe cubrir materiales, impuestos y la cuota de autónomos, y que no todos los días se alcanzan esos ingresos.

Más allá de su actividad en obras y reparaciones, Emanuele utiliza sus redes sociales para divulgar su profesión. Por eso, comparte trabajos reales, explica problemas que encuentra a diario y detalla las condiciones laborales del sector. Su intención es clara y es, la de atraer a más gente a un oficio que, según afirma, atraviesa una falta evidente de mano de obra.

Gracias a lo que muestro, mucha gente se anima a formarse. Quiero que vean que hay trabajo y que no te mueres de hambre”, comenta en uno de sus vídeos, donde también lamenta que haya pocos profesionales que sean “formales y hagan las cosas bien”.

La demanda es tal que, asegura, no puede asumir todos los encargos que le llegan. Tiene que programar citas con varios días de retraso. “Estoy desbordado. No doy abasto. Ni yo ni mis compañeros”, relata.

Un día completo de obra, contado paso a paso

En la transcripción del vídeo se aprecia el detalle con el que trabaja y documenta su jornada: desde el diagnóstico inicial hasta las pruebas finales de estanqueidad. Explica cómo detectó la obstrucción, cómo retiró las tuberías viejas, por dónde planificó el nuevo trazado y cómo comprobó que la instalación aguantaba la presión tras finalizarla.

Tras casi 12 horas, dejó la red de agua completamente renovada y lista para que el cliente pudiera continuar con la reforma interior del baño. El cambio del inodoro y la instalación final de los grifos quedarían para otro día. “Son las nueve y me voy”, termina tras el resultado.