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Un albañil colombiano habla claro de lo que gana en España: "Trabajando en la construcción gano 60 euros al día, me alcanza para vivir"

Martín trabaja en una empresa de construcción en Madrid, donde les pagan por día.

Martín, el albañil colombiano, y un grupo de albañiles trabajando
Un albañil colombiano habla claro de lo que gana en España: "Trabajando en la construcción gano 60 euros al día, me alcanza para vivir" |Canva / Youtube (@La Blue Kombi)
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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Uno de los sectores más afectados por la falta de trabajadores es el de la construcción, uno de esos oficios duros y tradicionales que ya los jóvenes no quieren y que, como ocurre con los fontaneros y los electricistas, no tienen relevo generacional. De ahí que cada vez veamos más personas migrantes cogiendo este tipo de trabajos, como el caso de los albañiles hondureños Luis Alberto y Noé Leonardo.

Desde la crisis del 2008 que provocó la burbuja inmobiliaria, la construcción ha vivido una etapa de lenta recuperación, tanto en materia de nuevas edificaciones y demanda de trabajo como de acople de nuevos trabajadores. Ahora en 2025 se estima que hasta un 26% de las personas que trabajan en la obra son inmigrantes, lo que significa un importante aumento si se compara con el 16% que había hace 6 años.

Un caso más de albañil inmigrante

Uno de estos casos de extranjeros que han decidido dar el paso de trabajar en la construcción es el de Martín, un inmigrante colombiano que vive en un pequeño pueblo de Toledo (Camarena) pero trabaja en una empresa de construcción situada en Madrid.

En un reciente vídeo de ‘La Blue Kombi’ en su canal de Youtube (@La Blue Kombi) ha compartido su situación este inmigrante que no dudó en trabajar en un sector tan duro como la construcción. "Ahora mismo estoy trabajando en una obra", dice con alegría sobre un trabajo que consiguió gracias a que "un amigo me ayudó a entrar y estamos dándole".

Cobra 60 euros al día en la obra

Sobre su situación laboral, añadía que "el tema del trabajo aquí es relativo, puede haber o no. Vamos dándole. Aquí nos pagan por día, gano unos 60 euros diarios en la construcción. Me alcanza", explica el colombiano, dejando claro que con ese sueldo puede vivir tranquilo.

También expresaba su satisfacción por la vida en su nuevo entorno: "La vida aquí es muy tranquila. En Madrid hay mucho más movimiento. Es más tranquila la vida. La gente es muy amable y sociable. Para mis niñas es mucho más tranquilo, pueden salir a caminar a la plaza".

Gracias a su llegada y la de otros trabajadores extranjeros, se han podido cubrir empleos que muchos españoles han dejado o para los que ya no existe relevo generacional, como los de albañil, carpintero, panadero y electricista.

La inmigración no solo ha ayudado a sostener la actividad del sector, sino que ha aportado diversidad cultural y nuevas formas de trabajo dentro de las cuadrillas de obra.

No obstante, la integración de estos trabajadores no está libre de dificultades: muchos realizan labores exigentes bajo condiciones duras y, en ocasiones, con una mayor precariedad que la media del sector.

En conclusión, las personas inmigrantes han pasado de ser una respuesta temporal a convertirse en una pieza fundamental y estable para el porvenir de la construcción en España.