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Soy gerente de panadería de Auchan con 55 años y esto es lo que gano al mes: “más que...”

A pesar de su alergia a la harina, Christophe ha pasado casi toda su vida laboral en el mundo de la panadería, donde hoy supervisa un equipo de casi 40 personas.


Christophe Grevendal
Christophe Grevendal |Le Figaro
Francisco Miralles
Fecha de actualización:

Christophe tiene 55 años, trabaja como responsable del departamento de panadería y pastelería en un hipermercado Auchan en Noyelles-Godault (Francia), y gana entre 2.875 y 3.313 euros netos al mes, según la experiencia y las primas. Aunque esta área suele asociarse a empleos temporales y sin experiencia, este hombre explica que se puede conseguir un trabajo fijo y para toda la vida y con una buena remuneración sin necesidad de tener estudios universitarios. Comenzó en 1987 con un título vocacional y, casi cuatro 40 años después, sigue vinculado a la marca.

Desde pequeño sintió atracción por la panadería y a los 14 años ya ayudaba en el obrador de unos conocidos de sus padres en Roubaix. Tras sacarse el CAP de pastelero, chocolatero, confitero y heladero (título necesario para trabajar en este sector), trabajó un tiempo como artesano, pero tuvo que abandonar ese camino por una alergia a la harina. En octubre de 1987 entró a trabajar en Auchan como refuerzo de Navidad. “En esa época no se veía con buenos ojos trabajar en supermercados, pero quise probar. Y me quedé”, cuenta para el medio LeFigaro. Tres meses después firmó su primer y único contrato indefinido, ya que desde ese día  nunca dejó la empresa.

Trabaja más de 45 horas semanales

Christophe coordina un equipo de 38 empleados en el área de panadería y pastelería, en un espacio de 18 metros cuadrados de venta directa al público. “Somos como una pequeña empresa dentro de la tienda”, dice. Producen a diario más de 80 tipos de pan y productos de bollería, siguiendo fichas de producción adaptadas a los objetivos comerciales del centro.

Su jornada habitual comienza sobre las 7:00 horas y termina cerca de las 18:00 horas, aunque puede variar según las necesidades del día. En total, trabaja unas 45 a 50 horas semanales, repartidas en seis días. En caso de bajas o picos de actividad, no duda en ponerse la bata y ayudar en el obrador: “Puedo empezar a las tres de la mañana si hace falta. No soy solo un gestor; también estoy sobre el terreno”.

Con el paso de los años ha pasado por diferentes secciones, las cuales van desde la carnicería, el snacking y hasta el catering. Todo gracias a la formación interna que la empresa ofrece a sus trabajadores para facilitar la movilidad entre departamentos. “Auchan nos forma cuando cambiamos de área, ya sea con compañeros o en otras tiendas”, explica.

Salario, beneficios y evolución dentro de la empresa

Empezó ganando unos 1.690 euros netos al mes, lo equivalente a lo que cobra hoy un pastelero junior. Pero con el tiempo, su salario ha ido creciendo, hasta el día de hoy, donde su nómina actual es de entre 2.875 y 3.313 euros netos mensuales, además de otras compensaciones como bonificaciones trimestrales, un 13.º mes, participación en beneficios, seguro médico, cheques restaurante y descuentos en tienda.

La remuneración en Auchan no se calcula solo en función de las horas trabajadas, sino también en función de los objetivos alcanzados y la responsabilidad asumida. Un responsable de nivel inicial puede comenzar con unos 2.500 euros netos al mes, pero los perfiles más experimentados, como Christophe, superan fácilmente esa cifra.

Más allá del salario, valora especialmente la estabilidad y el desarrollo profesional que ha encontrado en la empresa: “Empecé sin experiencia, me formaron, y sigo aprendiendo”, afirma.

No quiere jubilarse

A las puertas de la jubilación, no contempla dejar la empresa. “Estoy a gusto en mi puesto. No descarto moverme, quizá a otra sección como carnicería, pero siempre en Auchan y cerca de casa”, asegura. “Nuestro trabajo también es formar y acompañar a otros. Es gratificante ver cómo evolucionan” añade.

Aunque la panadería industrial no suele tener el mismo prestigio que la artesana, defiende con firmeza su profesión: “No todo es producción en serie. Aquí también hay dedicación, contacto humano y capacidad de innovación”. Para él, dignificar estos oficios también pasa por visibilizar trayectorias como la suya. “Yo no tengo estudios universitarios, pero tengo una carrera. Se puede crecer, aprender y prosperar dentro de una gran empresa”, concluye.

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