¿Quién no ha soñado nunca con intentar cobrar una pensión de jubilación al mismo tiempo que trabaja antes de los 65 años? La Seguridad Social es una opción que siempre ha permitido, sobre todo en los últimos años antes de la jubilación ordinaria. Sin embargo, como manifestó la titular de dicho ministerio, Elma Saiz, en la última comisión del Pacto de Toledo, el Gobierno estudia dificultar el acceso a esta jubilación parcial anticipada.
Esto trae de cabeza a los principales sindicatos del país, como UGT o CCOO, quienes en la mesa de diálogo social del pasado lunes no vieron con buenos ojos la medida planteada y suponen que es “un recorte de derechos”. Como apuntan desde La Vanguardia, no hay un documento formal que recoja la propuesta, pero sí un documento con todas las novedades, entre las que se incluye: “la dificultad de acceso a la jubilación parcial anticipada en el sector manufacturero con contrato de relevo”. Pero, ¿cuál es el motivo y la propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones?
La propuesta de la Seguridad Social para dificultar el acceso a la jubilación activa
La propuesta del Ministerio de Elma Saiz pasa por reducir a tres años el máximo en que un trabajador puede acogerse a una jubilación activa anticipada con contrato de relevo. Esto supone una reducción de un año, el límite máximo actual.
A efectos prácticos, lo que recoge ese documento entregado a los sindicatos es una reducción de la jornada de hasta un 50%, como hasta ahora, pero con una anticipación máxima de 36 meses y la aplicación de unos coeficientes reductores sobre la cuantía que les tocaría recibir.
Además, otro punto que ha creado gran malestar es la propuesta de que al llegar a la edad de jubilación para cobrarla en la modalidad ordinaria, no se recalcularía la cuantía de la pensión. En otras palabras, que se veía seriamente afectado ese importe porque se seguirían aplicando esas penalizaciones y, por ende, la persona cobraría menos.
Para sectores diferentes al manufacturero, la propuesta gubernamental es la de mantener los dos años de adelanto máximo sobre la edad de jubilación y cambios en las condiciones de acceso a este retiro.
Se establecería un aumento progresivo del porcentaje de pensión que se cobra mientras se mantenga el puesto de trabajo, como fórmula para estimular la prolongación de la carrera laboral una vez pasada la edad de jubilación. Tras un año de demora, se percibirá un 30% de la pensión, que sube al 40% a los dos años, al 50% a los tres, al 75% a los cuatro años, y finalmente, al 100% una vez que pasen cinco años.
Cambio de condiciones para la empresa en la jubilación parcial anticipada
Al mismo tiempo, se estudian modificaciones aplicables al empresario o al autónomo contratante. La empresa debe disponer de un 85% de los contratos de carácter indefinido.
Además, es necesario destacar que sería aplicable a los trabajadores que desarrollan su actividad en el mercado manufacturero, “pero también a otros sectores”, como indica la secretaria de política institucional de UGT, Cristina Estévez. La misma explica que: “esta propuesta es una pérdida de oportunidad para el rejuvenecimiento de la plantilla y para una salida flexible y pausada del mercado de trabajo”.
Otras noticias interesantes
-
Diferencias entre la jubilación activa y la flexible: así afecta a tu pensión
-
Estos son los beneficiarios de la jubilación activa y las cuantías de la pensión
-
Cuánto pueden cobrar de jubilación activa los autónomos societarios que quieran seguir trabajando
Lo más leído
-
La Seguridad Social tiene prohibido revisar la incapacidad permanente a partir de esta edad
-
El país de Europa que aprobó la jornada laboral de 4 días en 2019 y que cinco años después la productividad ha aumentado
-
Así subirán las pensiones a partir de enero de 2025: jubilación, viudedad, incapacidad permanente y no contributivas
-
70 años y 43 años trabajando en la misma empresa sin poder jubilarse por la hipoteca: "la vida no debería de ser tan difícil"
-
Precio de la luz mañana, 23 de diciembre, por horas: cuándo es más barata y más cara
-
Trabajo lo confirma: los trabajadores tendrán derecho “a no ser localizables” fuera de su jornada y se prohíbe la comunicación por cualquier vía