La incapacidad permanente en España es una prestación que otorga la Seguridad Social a un trabajador que, debido a una enfermedad o accidente, sufre una reducción o anulación de su capacidad laboral. Esta se obtiene mediante un proceso que incluye entrevistas con el Tribunal Médico del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Este organismo, además de la valoración inicial, se encarga, entre otras funciones, de evaluar cómo evoluciona el afectado, es decir, si su dolencia mejora o empeora, para modificar el grado de su incapacidad. Esta cita examina la credibilidad del solicitante, pues sus respuestas pueden influir en la resolución final. En este contexto, el abogado Pablo Ródenas ha explicado en un vídeo publicado en sus redes sociales cuáles son las cinco preguntas trampa que pueden afectar al reconocimiento de la prestación.
Ródenas señala que, aunque muchas de estas cuestiones aparentan ser inocentes, la realidad es que sirven para que el Tribunal valore el nivel de autonomía y la coherencia del estado clínico del solicitante. “No se trata de mentir, se trata de no caer en las trampas de lenguaje que pueden hundir tu incapacidad permanente”, ha afirmado el letrado, que ha recomendado preparar la cita para evitar las respuestas ambiguas o que impliquen una capacidad funcional mayor de la real.
Las cinco preguntas y qué evalúan realmente
“¿Cómo has venido?”
Esta es la primera que ha resuelto el abogado. Es una de las “determinantes”, ya que, si el solicitante contesta que “en coche”, el Tribunal interpretará “si puede conducir, puede trabajar”. En este caso lo correcto para él es “explicar si has venido acompañado o con esfuerzo, aunque sea la verdad que conduces”.
“¿Qué haces en casa durante todo el día?”
La segunda cuestión más común, según Ródenas, es esta, con la que afirma que no pretenden conocer “tu rutina”, sino “saber tu nivel de autonomía”. Sin embargo, aconseja no alegar que “limpias, cocinas o paseas”, esta puede ser una mala respuesta y el experto considera que es mejor ”explicar que lo haces con limitaciones, ayuda o descansos constantes", así "estás diciendo la verdad, pero sin perder puntos”.
“¿Crees que podrías volver a tu trabajo?”
Ródenas reconoce que esta puede parecer empática, pero “en el fondo es una trampa psicológica”. Responder con dudas o un “quizá” puede interpretarse con posibilidad de reincorporación. “Di la realidad, que tu cuerpo o tu mente no te lo permiten, aunque lo desees”, insiste Ródenas.
“¿Tomas algún tipo de medicación?”
Es posible que la cuarta pregunta, según el especialista, esté relacionada con tomar medicación. “Si no lo recuerdas es porque no la estás tomando” afirma, “así que apúntatelo antes de tener una cita en el tribunal médico”.
“¿Cómo te encuentras hoy?”
Esta última cuestión es una de las más “traicioneras”, indica Ródenas, porque “si respondes bien, bien dentro de lo que cabe” el Tribunal lo puede considerar como una mejoría.
Contexto normativo y funcionamiento del Tribunal Médico
La valoración de la incapacidad permanente en España se rige por el Real Decreto 1300/1995, que establece el procedimiento para determinar el grado de limitación laboral, aunque más recientemente se rige por la Ley 2/2025. El Tribunal Médico analiza informes clínicos, historial laboral y las pruebas diagnósticas, pero también evalúan con la entrevista personal, que sirve para contrastar la información aportada.
La clave para el abogado no está “en mentir”, sino en “no caer en las trampas del lenguaje que pueden hundir tu incapacidad permanente”. Ródenas recuerda que lo mejor es “preparar la cita”, ya que no se trata de una “charla médica” sino de un “examen de credibilidad”.
