Un jubilado de 87 años, que trabajó en Australia como agente forestal, reconoce que se equivocó cuando, con 55 años, solicitó la jubilación anticipada. “Ha sido el peor error de mi vida”, explica en una entrevista publicada por ‘Plein e Vie’. Pensó que dejar de trabajar antes de cumplir la edad de jubilación le iba proporcionar una etapa de descanso y desconexión de la vida laboral.
Una vez que solicitó su jubilación anticipada a la Seguridad Social francesa, Frank se dio cuenta de que estaba acostumbrado a una vida muy ordenada: su jornada laboral, horarios de trabajo… que ahora echa de menos. “Siento que me falta el ritmo y la motivación”, ha asegurado.
Decidió dedicarse a sus aficiones, como la jardinería y el golf. También se apuntó a un gimnasio. “Conseguí una nueva rutina, pero estas actividades nunca reemplazaron a mi trabajo”, ha asegurado. No es la primera vez que alguien acostumbrado a trabajar, al comenzar su jubilación siente que le falta algo. En España se han visto casos similares, como el de la periodista Olga Viza, que compagina un empleo con la pensión, en lo que se conoce como jubilación activa.
Su nieta piensa en jubilarse pero de forma gradual
La experiencia que ha contado su abuelo, la ha tomado su nieta como referencia. Ella es escritora y ya está pensando en qué pasará cuando llegue el momento de jubilarse. “Tengo claro que no dejaré el trabajo de golpe y que me iré de manera gradual porque estoy haciendo algo que me encanta”. Y es que, como refleja en la entrevista, “mi empleo no es el medio de vida, sino algo de lo que estoy enamorada”.
“Mi abuelo se arrepiente de haber pedido la jubilación anticipada, porque pensaba que iba a disfrutar de un retiro tranquilo”.
La OCDE avisa de que la jubilación anticipada puede provocar depresión
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) avisa de que la jubilación anticipada cuando no ha habido preparación emocional y social adecuada, puede terminar en aislamiento, depresión o pérdida de autoestima.
La OMS, por su parte, promueve los modelos de envejecimiento activo, para que se impulsen otras opciones como la jubilación parcial o flexible para aquellas personas que quieran seguir trabajando vinculados a su profesión.
Al final, para Frank “jubilarse no debería ser desconectarse del mundo, sino reinventar una forma de contribuir a él”.