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Dos jubilados estadounidenses se van a vivir a Francia para beneficiarse de la seguridad social gratuita: "Estoy viviendo mi sueño"

El acceso a la Protección Sanitaria Universal para las personas no pertenecientes a la UE que viven en Francia depende del diputado François Gernigon.

dos jubilados andando por un parque
Una pareja de jubilados anónima |Envato
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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Una pareja de jubilados de Estados Unidos han decidido mudarse a Francia para pasar su época de retiro en este país debido a que ahí pueden disfrutar de seguridad social gratuita. Para una mujer franco-estadounidense, “la tarjeta sanitaria francesa (Carte Vitale) es un regalo, mientras que el estadounidense medio gana el doble que un francés”, afirmó para el medio Ouest-France.

¿Es cierto que los jubilados estadounidenses están viajando en multitudes a Francia para retirarse allí? Sin impuesto sobre la renta y con acceso gratuito a la Seguridad Social, parece ser que tras tres meses y una vez obtenida la visa VLS-TS (una visa de larga duración equivalente a un permiso de residencia), los mayores pueden solicitar su tarjeta Visale y beneficiarse del acceso gratuito a la Seguridad Social, según Le Monde

Estos jubilados extranjeros no necesitan tener cotizaciones en el país para acceder a la Seguridad Social porque un convenio fiscal firmado entre Francia y Estados Unidos los exime del impuesto sobre la renta. Sin lugar a dudas, una gran ventaja.

Un problema que parece una injusticia

La mujer franco-estadounidense entrevistada por Ouest-France consiguió la nacionalidad francesa varios años después de haberse establecido de forma definitiva en el país, donde conoció a su esposo. "Los jubilados estadounidenses solo necesitan obtener un visado de residencia, demostrar que tienen unos ingresos mínimos (17.115 euros anuales) y contar con un seguro que cubra toda la duración de su estancia", afirma con rotundidad.

Otra jubilada contó su caso a los periodistas de TF1 Info: "A los 60 años sufrí un infarto y fue entonces cuando pensé: ¡Ya está! ¡Voy a por todas! ¡Me voy a instalar en Francia! Por eso vine, y ahora estoy viviendo mi sueño". En aquel momento, su seguro médico le costaba más de 400 euros. Hoy, Janice, que lleva nueve años residiendo en la Costa Azul, disfruta de la cobertura sanitaria francesa sin pagar ni un solo euro.

Para una pareja de jubilados estadounidenses que viven en Niza la situación fue similar: "Cobramos nuestra pensión estadounidense y la gastamos en Francia... Ellos se benefician de ello y nosotros nos beneficiamos de la cultura francesa, de las ventajas [...], es una situación en la que todos ganan", según recoge BFMTV.

¿Cómo ocurre esta situación?

Estos hechos se producen porque la Ley de Cobertura Sanitaria Universal (PUMA), aprobada en 2016, permite que cualquier extranjero, sea estadounidense o de otra nacionalidad, pueda acreditar que cuenta con unos ingresos mínimos (lo que supone aproximadamente un salario mínimo) y con un seguro médico que cubra hasta 30.000 euros en gastos sanitarios. Tras tres meses de residencia, pueden solicitar la tarjeta sanitaria francesa (Carte Vitale). En ese momento, se anula cualquier seguro privado contratado en su país de origen.

Algunos representantes políticos han manifestado su desacuerdo con esta medida, justo cuando la Asamblea Nacional examina el Proyecto de Ley de Financiación de la Seguridad Social (PLFSS), cuyo propósito es reducir el déficit en al menos 23.000 millones de euros antes de que finalice el año. Entre ellos se encuentra François Gernigon, diputado del partido Horizontes. "Creo que en Francia, la Seguridad Social debería gestionar este asunto", explicó el diputado en el artículo principal. "Pero debe haber una cotización mínima para un paquete de atención definido, y luego debe haber un paquete de atención con opciones, algo parecido a un seguro médico complementario", afirmó. Su enmienda se debatirá en la Asamblea en los próximos días.