Mientras que el Gobierno impulsa la jubilación reversible, para que los jubilados puedan volver a trabajar, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) avisa de que movilizar el talento sénior (de los mayores de 45 - 50 años) sumaría unos 0,26 puntos al Producto Interior Bruto español (PIB). Un tercio de las personas de esta edad se sienten discriminadas en las entrevistas de trabajo y buscan la opción de conseguir un empleo pero, al mismo tiempo, cobrar su pensión de jubilación.
El ‘V Barómetro del Consumidor Sénior’, elaborado por el Centro de Investigación Ageingnomics de la Fundación Mapfre (se puede leer completo en este enlace) señala que en España hay más de 530.000 personas de más de 55 años sin empleo, unas cifras que contrastan directamente con el empleo juvenil, que sigue al alza. Ahora, cuando se cumplen los 55 años (e incluso los 45) la denuncia es la misma. Hay edadismo en el mercado laboral por lo que el debate sigue abierto y está centrado en la sostenibilidad del sistema de pensiones y la economía ante el envejecimiento de la población activa.
Así, el 38% de los mayores de 55 años quiere compatibilizar el cobro de una pensión con el de un sueldo en el futuro, aunque el 44% señala que preferiría jubilarse antes de los 65. Por eso, la paradoja está clara, aunque hay intención de seguir trabajando, también hay cansancio y falta de incentivos para prolongar la vida laboral.
El empleo de los mayores de 55 años impulsa la economía española
La OCDE ha asegurado en uno de sus últimos informes que si España consigue movilizar al colectivo de desempleados mayores de 55 años, se mejoraría la economía española hasta en 0,26 puntos porcentuales del PIB. Ahora, la discriminación por edad sigue siendo un muro infranqueable que está condenando a la invisibilidad a miles de profesionales con experiencia.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), más de 530.000 personas de más de 55 años estaban en búsqueda activa de empleo a principios de año. Ahora, el Gobierno por medio del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, está trabajando para impulsar la jubilación reversible, donde hay un 32% de españoles de entre 55 y 59 años y un 23% de los que tienen entre 60 y 64 años que se han sentido discriminados a la hora de buscar trabajo, acceder a los servicios sanitarios o a productos bancarios.
La Fundación Mapfre ha resumido esta realidad apuntando que “las nuevas políticas y las recomendaciones deben ir acompañadas de un cambio cultural profundo en las empresas y en la sociedad”, como ha declarado Juan Fernández Palacios, director del Centro Ageinnomics. “No podemos permitirnos desaprovechar el talento de las personas mayores de 55 años, y para ello es clave la creación de entornos de trabajo más flexibles, sin prejuicios y posibilidades de desarrollo profesional”.
La mitad de los sénior en activo quiere jubilarse antes de los 65 años
Aunque lo que se impulsa es que se prolongue la vida laboral, más de la mitad de los trabajadores sénior en activo resaltan que quiere jubilarse antes de los 65 años y sólo el 15% de los que ya se han jubilado dice que les hubiera gustado trabajar más allá de esta edad. Lo que demuestra que, en muchas ocasiones, la salida del mercado laboral no es por voluntad propia, sino porque hay barreras estructurales.
El informe insiste en la urgencia de construir un mercado laboral que sea inclusivo y adaptado a los trabajadores mayores de 45 años. Porque en caso de no ser así, España perdería impulso económico, experiencia y conocimiento de una generación.

