La hostelería, uno de los principales motores de la economía española y del empleo, atraviesa en España una etapa de grandes transformaciones, marcada por el auge de los establecimientos de proximidad, pero también por lo que supone el encarecimiento de los costes, la escasez de personal y la creciente competencia.
Lorena, dueña de Bristol Coffee, la primera cafetería de especialidad en Viladecans (Barcelona), ha contado su experiencia a través de una entrevista en el podcast de Eric Ponce. Desde el proceso de apertura hasta la gestión diaria del negocio, marcada por la incertidumbre y la necesidad de adaptación constante.
Inversión inicial, gastos y cuánto factura al mes
El local, que ha supuesto una inversión inicial de 105.000 euros, se ha consolidado en el municipio como alternativa a la oferta hostelera tradicional, apostando por café de calidad y repostería casera como señas de identidad.
En cuanto a los gastos, hay que diferenciar entre fijos y variables. Con respecto a los primeros, donde se incluye el alquiler, los sueldos de los empleados y las cotizaciones a la Seguridad Social, ascienden a “entre 7.000 y 7.500 euros”, apunta.
A estos se suman los costes variables, con precios tan destacados como el café, “que supone unos 1.500 euros mensuales, la leche fresca de granja uno 300 euros, y otros productos como refrescos y bubble tea, eleva el gasto total hasta los 9.000 o 10.000 euros al mes”, apunta la dueña de la cafetería.
La facturación media mensual ronda “entre los 11.500 y 12.000 euros”, mientras señala que el punto de equilibrio se sitúa en 470 euros diarios de facturación. “Por debajo de esa cifra, no se cubren costes”, detalla, quien ha logrado devolver el préstamo bancario inicial un año y medio después de abrir el negocio, aunque aún no ha recuperado la totalidad de los ahorros invertidos.
“En un año hemos facturado 138.000 euros y, de todo ese total, me queda en el banco un 8-9%”, resume. Según sus previsiones, será necesario mantener el ritmo actual durante tres años para amortizar completamente la inversión y empezar a obtener beneficios netos.
Qué rentabilidad tiene la cafetería
El desglose de la rentabilidad ilustra las dificultades habituales de los pequeños negocios hosteleros en España. En el caso de Bristol Coffee, se pone de relieve la importancia de que la repostería sea artesana, frente a la percepción común de que el café es el producto estrella. Cada café tiene un coste de 55 céntimos para Lorena y se vende al cliente por 1,80 euros, lo que deja un margen muy reducido. Por el contrario, las galletas caseras, ofrecen un 40% de beneficio, y los croissants comerciales, hasta un 55%.
En este sentido, entra en juego la demanda, que varía estacionalmente, ya que en invierno pueden venderse hasta 70 unidades diarias de galletas y más cafés, mientras que en verano la cifra cae a entre 10 y 20 y aumenta, por ejemplo, la venta de limonada, que se vende a un precio más caro que el café.

