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José Portillo, un agricultor que cambió el trigo por placas solares, es claro y sincero: "Antes ganaba 100 euros por hectárea y ahora 1.900"

El campo se inunda de instalaciones pensadas para generar energías renovables.

Dos agricultores hablando en el programa de La Sexta
José Portillo, un agricultor que cambió el trigo por placas solares, es claro y sincero: "Antes ganaba 100 euros por hectárea y ahora 1.900" |La Sexta
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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Un agricultor prefiere tener placas solares en su terreno antes que cultivos de trigo ya que le genera más beneficio. Son muchos los agricultores que dejan sus clásicos cultivos para alquilar sus tierras a empresas de energía solar y multiplicar sus ingresos. El paisaje rural español se transforma de forma silenciosa debido a la transición energética y cada vez hay más placas solares o torres eólicas en nuestros campos. Esto se suma al ya extendido uso de placas solares en las casas, donde se empezaron a instalar para ahorrar en la factura de la luz.

En lugares como Sevilla, lo que antes era tierra sembrada de trigo o girasol, hoy comienza a llenarse de paneles fotovoltaicos bajo un sol que, ahora sí, se monetiza mejor que nunca. Son las llamadas plantas solares y representan la expansión de las energías renovables por el territorio español. Algo que viene impulsado también por la subida del precio de la electricidad, lo que lo convierte en un negocio rentable, o el interés por un modelo energético más sostenible.

El ‘boom’ solar del campo puede traer millones de euros

Uno de los lugares que ha visto cómo sus hectáreas de agricultura se transforman en campos solares es Carmona, donde José Portillo, dueño de 15 hectáreas que ha alquilado para uno de los tantos proyectos fotovoltaicos de la región tiene claro por qué se está dando este cambio: “Antes me llevaba 100 euros por hectárea durante la cosecha, ahora me pagan 1.900 euros”, afirma. Y es que hubo una época en la que las tierras se dedicaban a cultivos de pipas, trigo y garbanzos, pero esto parece estar cambiando. Eso sí, su decisión no ha sido nada fácil, aunque sí muy rentable: “Ese dinero me va a venir de maravilla para viajar y hacer cosas que nunca he podido”, aclara.

Carmona está viviendo un auténtico ‘boom fotovoltaico’, con hasta 28 proyectos en marcha que podrían reportar millones de euros a la localidad gracias al arrendamiento de terrenos por parte de agricultores, como así lo explicaba su alcalde en un reportaje del programa Equipo de Investigación recientemente.

La superficie para el cultivo se ha reducido en un 20 o 30%

En Carmona, donde se contabilizan unas 92.000 hectáreas de superficie agrícola, la sustitución de cultivos por instalaciones solares se ha convertido en una tendencia al alza. Aunque la transformación no convence a todos, el factor económico ha sido decisivo para impulsarla. “Ha habido un revuelo grande porque de toda la vida la gente ha estado cultivando sus tierras y ahora te vienen dándote un dinero por estar…”, explica un vecino, que admite que la superficie dedicada al cultivo en la zona se ha reducido entre un 20% y un 30%.

La tradición de cultivar la tierra y la rentabilidad que ofrece alquilarla a grandes empresas de energías renovables viven una lucha constante en la que ya muchos agricultores han elegido su nuevo camino. Para algunos, esta tendencia supone una amenaza al modelo agrícola tradicional; para otros, representa una oportunidad de progreso. Lo indiscutible es que la energía solar ha dejado de ser patrimonio exclusivo de los tejados urbanos: ahora ha llegado al campo… y parece que para quedarse.