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Iván Méndez, asesor financiero, sobre el subsidio para mayores de 52 años: “El mensaje es claro, no trabajes, parasita”

El experto aclara que esta ayuda incentiva el no seguir trabajando, ya que los beneficios cuando lleguen a la edad de jubilación recibirán una pensión mayor porque cotiza más que trabajar.

Iván Méndez, asesor financiero
Iván Méndez, asesor financiero |Redes sociales Iván Méndez
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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El debate sobre el sistema de ayudas y prestaciones en España vuelve a estar sobre la mesa. En esta ocasión le ha tocado al subsidio para mayores de 52 años, una prestación de 480 euros mensuales destinada a quienes han agotado el paro y aún no alcanzan la edad de jubilación. Para el asesor financiero Iván Méndez, que ha analizado este tema en sus redes sociales, el funcionamiento de este subsidio transmite un mensaje preocupante: “no trabajes, parasita”.

En su vídeo, Méndez relata el caso de una clienta a la que le quedan 12 años para jubilarse. La mujer tiene dos opciones, o bien continuar trabajando cobrando el salario mínimo o acogerse al subsidio para mayores de 52 años y recibir 480 euros mensuales.

En apariencia, el segundo escenario parece menos ventajoso. No obstante, el experto detalla que, en términos de cotización, el subsidio resulta más beneficioso que seguir trabajando. Según explica, la diferencia está en lo que el Estado cotiza por la persona beneficiaria, y no tanto en el dinero que percibe directamente.

Se cobrará más pensión que trabajando

El experto compara los dos escenarios. En el primero, el de seguir trabajando, la mujer cobraría una pensión aproximada de 1.050 euros mensuales tras los 12 años. En cambio, si opta por el subsidio, el Estado cotizaría 1.726,50 euros al mes por ella, es decir, 500 euros más de lo que cotizaría trabajando.

“Si durante estos 12 años se acoge al subsidio, el resultado es que cuando se jubile esta persona va a cobrar 1.411 € al mes”, señala Méndez, subrayando la contradicción que, según él, fomenta la inactividad laboral y penaliza a quien decide continuar trabajando.

El asesor considera que este tipo de incentivos reflejan un fallo estructural del sistema, ya que premian la dependencia y no el esfuerzo o la productividad. “A qué te está obligando el sistema? El mensaje es claro: no trabajes, parasita”, afirma tajante.

Méndez critica duramente la estructura del modelo de prestaciones español, al que califica como “parasitario”. En el texto que acompaña su publicación, añade: “El sistema no está diseñado para que prosperes, sino para que dependas. El subsidio para mayores de 52 años es solo un ejemplo más del sistema parasitario: te da lo justo para sobrevivir, pero no para avanzar”.