Cuando se recibe una herencia, los herederos tienen que hacer frente al pago del impuesto de sucesiones, y tributo que ha generado grandes debates por las bonificaciones que se aplican en algunas comunidades autónomas para pagar menos. El economista y profesor de la Universidad de Barcelona, Gonzalo Bernardos, considera que cumple una función esencial para corregir desigualdades y garantizar que nadie parta con ventaja solo por el patrimonio de sus padres. Por eso sostiene que “el impuesto sobre las herencias es muy justo”.
Bernardos explicó en una de sus intervenciones en el programa de La Sexta, La Sexta Xplica, que la finalidad del impuesto es evitar que la riqueza heredada consolide diferencias sociales que ya existen de partida. Según afirmó, el Estado debe procurar que todos tengan oportunidades similares.
“Está muy bien que una parte la dejen a la administración para que la administración ayude a aquellos niños cuyos padres no tienen dinero y que su vida pueda ser mejor que la de sus progenitores”.
Asimismo, recordó que la igualdad de oportunidades no implica que todos sean iguales, pero sí que “podamos aprovechar las oportunidades que nos vengan de una manera similar”. Bajo esa lógica, considera que eliminar o reducir el impuesto supone renunciar a una herramienta clave para equilibrar el acceso a los recursos públicos.
Crítica directa a la Comunidad de Madrid por las bonificaciones que “favorecen a los ricos”
En su valoración sobre el impuesto de sucesiones, Gonzalo Bernardos criticó abiertamente la política fiscal de la Comunidad de Madrid, que desde julio de 2025 cuenta con nuevas bonificaciones que rebajan aún más el impuesto de sucesiones, también para parientes del Grupo III.
El economista aseguró que estas medidas no ayudan a las clases medias, sino a los patrimonios elevados, y criticó lo que el gobierno de Ayuso está haciendo con este impuesto.
“Me parece horroroso lo que hace la Comunidad de Madrid, que es favorecer a los ricos para perjudicar a los pobres”.
Madrid, que ya aplicaba bonificaciones de hasta el 99% para ascendientes, descendientes y cónyuge, ha ampliado sus beneficios fiscales también a hermanos, tíos y sobrinos a través de la Ley 2/2025. Para Bernardos, estas reformas solo profundizan la desigualdad porque reducen la recaudación destinada a financiar servicios públicos esenciales.
