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Francisco Rodríguez, economista: “España es un país donde los mayores de 65 años tienen el 70% de la riqueza inmobiliaria y sus pensiones son sostenidas por menores de 45”

El experto en economía comparte algunas medidas que podrían ayudar en el acceso a la vivienda.

Francisco Rodriguez en un video del canal funcas
Francisco Rodríguez, economista: “España es un país donde los mayores de 65 años tienen el 70% de la riqueza inmobiliaria y sus pensiones son sostenidas por menores de 45” |@funcas - Youtube
Antonio Montoya
Fecha de actualización:
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Comprar una vivienda en España parece un ejercicio de resistencia y supervivencia que no tiene fin. Entre los problemas de especulación debido a que gente con dinero invierte en vivienda solo para dedicarla al alquiler turístico, la falta de oferta de vivienda nueva y que los precios no paran de subir, acceder a la compra de una propiedad es bastante difícil, sobre todo para los más jóvenes.

Ante la crisis inmobiliaria que enfrenta España ya son muchos los afectados que piden un pacto de Estado con una batería de medidas urgentes para afrontar la problemática y algunos expertos en economía se han pronunciado al respecto, como Gonzalo Bernardos hace pocas semanas. Es el caso de Francisco Rodríguez, un economista que también ha salido al paso del debate sobre la vivienda advirtiendo que “los precios de la vivienda están en máximos y recuerdan a 2008”. Para este especialista solo estamos viendo la punta del iceberg, respecto al problema de la vivienda en España.

El problema de la vivienda preocupa cada vez más a los economistas

Como decíamos, España atraviesa uno de sus peores momentos en materia de acceso a la vivienda y la situación se ha vuelto insostenible para muchas personas. La aprobación de la nueva Ley del Suelo o el control de los precios del alquiler siguen siendo asuntos pendientes. Además, existen trámites “que están bloqueados”, según advierten los especialistas. Francisco Rodríguez, catedrático de Economía en la Universidad de Granada, ha analizado esta problemática en una entrevista con El Mundo.

“España es un país donde los mayores de 65 años tienen el 70% de la riqueza inmobiliaria y sus pensiones son sostenidas por los menores de 45 y 50 años. Eso genera una cierta distorsión sobre la sostenibilidad”, explica el economista, señalando uno de los principales desequilibrios del sistema. A su juicio, la raíz del problema es compleja y está alimentada por múltiples factores.

“Estamos ante una crisis de vivienda, pero es el reverso de la de 2008. Esta es una crisis de oferta y de estrangulamiento regulatorio. Todo lo que hay que hacer como agilizar licencias, que salga la Ley del Suelo, que haya menos trámites administrativos, que se vigile más el alquiler y que haya seguridad jurídica está bloqueado”, indica Rodríguez, quien insiste en que “este es el reverso de esa crisis”.

“Aquella fue una crisis de una demanda exacerbada que impulsaba los precios y aquí hay una crisis de precios con muchísimos factores. Se puede meter desde el alquiler turístico hasta las leyes del suelo, los planes urbanos o una inversión desaforada. Y en cada uno de los micromercados que hay en España, pesa más un factor u otro”, añade. Para el experto, “la coordinación entre administraciones es muy importante”.

En este contexto, muchas de las soluciones apuntan al papel del Estado. “Las últimas leyes que se han aprobado han sido contraproducentes desde el punto de vista de los incentivos y las que se dejan sin aprobar, como la del suelo, serían muy convenientes”, sostiene. Rodríguez también plantea medidas que ya se aplican en otros países y que podrían servir de modelo para España.

“Se ceden alquileres en situaciones puntuales. Es decir, mientras se están cursando estudios universitarios, durante determinada edad o si estás formando una familia, pero no se entienden como un derecho infinito, sino que cuando se alcanza un determinado estatus, pues esa vivienda pasa a otro”, explica. Este tipo de políticas, orientadas a los jóvenes, podrían aliviar la presión sobre el mercado. Aun así, reconoce que “aunque fuera por prueba y error deberíamos intentar algo”.

“Habría que crear incentivos temporales a la vivienda que permitan el acceso en determinados lugares, personas en lugares donde hace falta mano de obra para reindustrialización o para turismo. Y digo temporales y orientadas a una determinada población, porque si no se crean guetos y, a medio plazo, son un desastre urbano. La vivienda de protección oficial funcionó durante un tiempo, pero desgraciadamente se liberalizó para convertirse en otro ingrediente más de especulación”, lamenta el catedrático.

En cualquier caso, recalca que si se adoptan nuevas medidas, deben evitarse los errores del pasado. El acceso a la vivienda no solo depende del precio del alquiler, sino también de la evolución de los salarios. “Ha habido una subida de salarios, pero si en los últimos 10 o 15 años han aumentado un 19%, la vivienda ha subido un 40%. Lo que pasa es que es muy desigual por nivel de formación. Tenemos que insistir mucho en que con una buena formación sales adelante y el salario aumenta”, concluye Rodríguez.

El desafío, advierten los expertos, no tiene una solución inmediata, pero urge avanzar hacia un modelo más justo y sostenible que permita a todos los ciudadanos acceder a una vivienda digna.