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Expertos inmobiliarios lo dejan claro: qué cláusulas tienen que incluir los caseros para blindar sus contratos de alquiler

Antes de poner una vivienda en alquiler conviene conocer los puntos clave de la LAU y qué cláusulas se pueden añadir en el contrato para protegerse frente a problemas con los inquilinos.

Firma de un contrato de alquiler
Firma de un contrato de alquiler |Envato
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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Cuando se pone una vivienda en alquiler, los propietarios suelen tener dudas sobre las cláusulas que se deben incluir en contratos, sobre todo para protegerse a posibles impagos o de cara a que el inquilino abandone la casa cuando llegue el vencimiento del mismo. 

En este sentido, los expertos de ‘You Homey’ explican que la primera clave que tienen los caseros para protegerse es conocer a la ley de arrendamientos urbanos (LAU) que es la que regula los alquileres de vivienda. 

Esta ley recoge aspectos tan importantes como cuál es la duración de los contratos, cómo son sus prórrogas, o cómo deben hacerse las actualizaciones de la renta. “Dominar estos puntos no solo te dará seguridad, sino que también te ayudará a negociar con confianza y a evitar sorpresas en el futuro” aseguran los expertos.

Qué debe incluir un contrato de alquiler a prueba de problemas 

Además de tener las nociones básicas sobre la LAU, antes de poner una vivienda en alquiler, los caseros deben asegurarse de redactar un buen contrato que les proteja. No se trata de hacer una lista interminable de cláusulas contrarias a la ley, ya que estas serían consideradas nulas, sino de cubrir los puntos clave para evitar futuros problemas

Desde You Homey hacen una clara advertencia al respecto “no te fíes de los modelos estándar que encuentras en internet”, y señalan los 3 puntos clave a tener en cuenta para proteger la vivienda: 

Inventario detallado

Esto protege frente a los posibles daños que pueda ocasionar el inquilino en la casa o piso, por ejemplo en el mobiliario o electrodomésticos. Un inventario detallado al inicio del contrato es la única forma de demostrar los daños ocasionados en los mismos. 

Para que proteja realmente no basta con realizar un listado de los muebles y enseres de la vivienda, sino que habrá que incluir fotos y a ser posible, vídeos detallando el estado en el que se encuentran. 

Quién paga cada cosa 

Una de las mayores dudas para las partes es quién se hace cargo de cada gasto, por ello lo mejor es dejarlo reflejado en el contrato. 

Lo habitual, según señalan los expertos y la ley, es que “el propietario asume los arreglos estructurales y las reparaciones importantes (como problemas en la tubería o la instalación eléctrica), mientras que el inquilino se hace cargo de los pequeños desperfectos derivados del uso diario”.

Cláusula de resolución por impago

Los impagos de la renta están en cabeza de la lista de preocupaciones de los caseros. Estos están previstos en la LAU, que permite iniciar un proceso de desahucio en el caso de que el inquilino no pague el alquiler, pero suele ser largo. 

Los expertos recomiendan añadir una cláusula en el contrato que puede agilizar el proceso, en la que se refleje de forma clara que en el caso de que el arrendatario no pague la renta se da por finalizado el alquiler.