Cuando un cliente contrata una hipoteca, un préstamo personal, una cuenta corriente o incluso, se adhiere a alguna promoción con un banco, debe prestar atención a la letra pequeña. Eso, si no quiere llevarse sorpresas como las que tuvo, el empresario francés Daniel Neveux que tuvo que pagar 11.000 euros al Banque Popularice Occitane por saldar de forma anticipada, dos deudas que había contraído por total de 200.000 euros. El dinero lo necesitaba para afrontar el impacto negativo de la pandemia que ha afectao a muchos trabajadores autónomos que incluso tuvieron que pedir ayudas.
El caso de Neveux, jefe del Taller de Construcción y Fabricación Mecánica (ACFM), ha llegado a los tribunales, porque el afectado comenzó una lucha judicial para recuperar el dinero, pero no le ha servido para mucho, al contrario. Ahora, el tribunal de comercio de Toulouse falló en su contra, desestimando su solicitud de reclamación y obligándolo a pagar otros 800 euros por costes legales.
Dos préstamos por 200.000 euros durante la pandemia
Daniel Neveux, como tantos otros empresarios o trabajadores autónomos, se vio agobiado económicamente durante la pandemia. Para tener liquidez solicitó un préstamos de 100.000 euros en 2020 y otro de 50.000 euros en 2021. Gracias a esto, logró superar la crisis de la COVID-19 y en 2022 cuando ya estaba más estable, decidió saldar la deuda con su entidad bancaria, de la que era cliente desde hace 40 años.
El empresario, incluso decidió vender una propiedad para pagar los préstamos. Neveux se llevó una sorpresa cuando saldó la deuda y el banco francés, le cobró 11.000 euros por realizar la cancelación de forma anticipada. Según el afectado, había llamado para preguntar si existía alguna penalización, y un gestor le aseguró por teléfono que no la había.
La cláusula del 6% que no vio Neveux
Querer saldar su deuda le ha salido caro al empresario, porque a pesar de que el gestor le dijo que no debía pagar nada, el contrato tenía una cláusula en donde se decía que la cancelación anticipada de los préstamos llevaba una penalización del 6% y estaba firmado por el cliente. Por lo tanto el tribunal decidió que correspondía que Neveux reclamara por el cobro de ese dinero, y además, lo obligó a pagar 800 euros por costes judiciales.
Los tribunales también resaltan la importancia de leer cuidadosamente los términos y condiciones de los contratos bancarios, pero también destaca el descontento de los clientes ante las prácticas de cobro de comisiones por parte de las entidades.
Por su parte, la defensa del empresario, ha señalado a los medios de comunicación que presentarán un nuevo recurso y su abogada, defiende que su cliente actuó de buena fe, basándose en la información que le digo el gestor bancario “nadie habría optado por reembolsar anticipadamente un préstamos con una penalización tan elevada si su asesor no le hubiera asegurado que habría ninguna comisión”.
El afectado dijo sentirse “muy decepcionado” por la decisión judicial y que no piensa rendirse.
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