Hay que apretarse el cinturón. No le queda otra al español medio: sube el IPC hasta el 8,7%, aumentan los precios de los carburantes (pese al descuento), se incrementa la luz, la hipoteca, el coste de los alimentos… Cada día se añade un nuevo gasto a la lista. Un panorama duro que obliga a un cambio de rutina: modificar los hábitos y consumir menos. Sacrificios para sobrevivir a una disparada inflación que no da tregua ninguna.
El encarecimiento de la vida, con la guerra de Ucrania de fondo, ha influido directamente en nuestros hábitos de consumo. Lo confirma la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), con una encuesta realizada para analizar la reacción de las familias españolas ante esta situación, más dura de lo que se pensaba antes de que empezara en 2022.
Y los cambios no son solo en el consumo energético, donde cada día buscamos las horas más baratas de la luz, sino también en la movilidad, las compras y la alimentación. En otras palabras, los españoles se han recortado. Lo que formalmente se conoce como “contracción del consumo”, que se ha reflejado así en los hogares:
- Cambio de hábitos en la energía y el hogar: 75% de la población los ha implantado.
- Cambio de hábitos en la movilidad: 66%.
- Cambio de hábitos en la alimentación: 64%.
- Cambio de hábitos en cuidados de salud: 58%.
- Cambio de hábitos en el ocio y cultura: 24%.
¿Cómo se han ejecutado los cambios de consumo?
Todo cuenta. Es lo que piensa la mayoría de la población española a la hora de ahorrar, cambiando sus hábitos diarios para pagar algo menos a final de mes. ¿Cómo se han producido esos cambios de consumo? Desde bajar la calefacción o dejar de usar algunos electrodomésticos (realizado por el 45 y 42% de los consumidores respectivamente), hasta comprar marcas más baratas, lo que se conoce como “marcas blancas” (42%), evitar usar el coche por la subida del combustible (36%), recortar salidas a bares y actividades sociales (33) o dejar de comprar productos no esenciales (33%).
También han disminuido las compras. De hecho, el 29% de los encuestados por la OCU (más de 5.000), ha dejado de comprar ropa. Incluso un 13% también ha parado de comprársela a sus hijos. Las obras, reparaciones o cambios de electrodomésticos también se han reducido, dejando esas “partidas presupuestarias” para un mejor momento.
Dificultades para pagar las facturas
También se están registrando dificultades. Algunas familias se están viendo incapaces para enfrentar esta situación financiera: 2 de cada 10 encuestados está empezando a tener problemas para pagar las facturas de la energía, el 10% ha retrasado gastos de salud (visitas al dentista, al psicólogo, compra de gafas…) y un 7% ha encontrado dificultades para saldar los gastos relacionados con la educación de sus hijos.
La guerra en Ucrania, ¿responsable?
La invasión rusa a Ucrania es determinante en la subida de los precios, pero no la única responsable. Así lo cree la mayoría de encuestados, asegurando que las subidas de precios de la energía y el combustible ya empezaron antes de la guerra. Cuando se trata de alimentos, los españoles sí creen que el conflicto ha tenido una mayor incidencia: casi la mitad de los encuestados relaciona el aumento de los precios de la comida con la invasión.
Por su parte, 2 de cada 3 usuarios encuestados considera que este hecho ha afectado algo o mucho a sus hábitos de consumo, a la situación económica e incluso a la calidad de vida: el 80% cree que ha provocado la subida de algunos alimentos, un 76% está convencido de que los precios del combustible van a aumentar más y un 73% piensa que ocurrirá lo mismo con los precios de gas y electricidad.
Unas subidas que, en cambio, no cambia el pensamiento de los españoles a la hora de frenar la guerra en Ucrania: dos tercios de los encuestados opina que la Unión Europea tiene que seguir aplicando sanciones a Rusia, aunque el 74% sea consciente de que estas tendrán sus repercusiones económicas en los estados miembros europeos. De hecho, hasta el 57% afirma que está dispuesto a renunciar a cierta comodidad en su vida diaria si eso ayuda a luchar contra la invasión rusa.
Sin colchón de ahorros
¿Están preparados los españoles para afrontar estas subidas? Uno de cada tres consumidores confiesa no tener suficientes ahorros para afrontar nuevas subidas de precios en los próximos meses. A pesar de que la mayoría tiene una visión pesimista de lo que queda por venir: cuatro de cada cinco encuestados se manifiesten abiertamente pesimistas y consideran que los precios seguirán subiendo. ¿Consecuencia? El 63% de los encuestados prefiere no gastar ante la incertidumbre económica. Más teniendo en cuenta otro significativo dato: 4 de cada 10 encuestados considera que su situación económica es peor ahora que hace un año.
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