Repartir la herencia es el procedimiento por el que “se divide de forma legítima los bienes a los herederos”. Así lo explica Ródenas Abogados, que comienza indicando que uno de los primeros puntos nucleares de este proceso, y a veces problemático, es el de que todos los herederos acepten o renuncien a la parte proporcional que les corresponda legalmente.
El orden de parentesco sigue este orden, según el Código Civil: hijos/as, padres, cónyuge, hermanos, sobrinos y posteriormente primos hermanos, sobrinos-nietos y tíos-abuelos.
Aunque, antes de ello, lo primero es conocer si se ha hecho testamento, el proceso jurídico por el que alguien designa dónde y a quién irán sus bienes, derechos y el patrimonio en el momento que se produzca el fallecimiento. Su existencia o no (caso que será considerado como sucesión intestada) determinará el tipo de proceso, sus responsabilidades y el siguiente paso de cómo se reparte una herencia, en el que habrá distintos casos de no mediar la vía testamental.
Reparto de una herencia: el cuaderno particional
Cuando las personas herederas por ley son llamadas y aceptan su derecho hereditario, adquieren desde ese momento un derecho de propiedad sobre una determinada cuota del patrimonio del fallecido. Esta cuota, lo que recibirá de la herencia, estará determinada por la acción de división hereditaria que recoge el Ordenamiento Jurídico y con el que cualquiera de los coherederos puede solicitar formalmente el comienzo del proceso.
El siguiente paso será el de las operaciones particionales, en el que se determinará el valor exacto de los bienes, derechos, cargas y obligaciones que componen el patrimonio para proceder al reparto y adjudicación entre los coherederos. Todo ello se anotará en el llamado cuaderno particional. Posteriormente, se realizará la tasación individual de cada bien que compone la herencia total y se le restará, si lo hubiera, deudas y cargas, así como los gastos de partición.
Reparto de una herencia: la fase de formación
La más decisiva del proceso. En ella se procede a agrupar los distintos bienes en lotes o paquetes individuales que satisfarán el derecho que cada coheredero adquirió en el momento de la aceptación de la herencia. En otras palabras, se procede al reparto de la herencia a partes iguales, con las siguientes condiciones:
- Dentro de lo posible, se guardará la igualdad: los herederos recibirán cosas de la misma naturaleza, calidad o especie.
- Siempre que un bien sea difícil o imposiblemente divisible, se procederá a la adjudicación a uno de los coherederos previo acuerdo entre ellos y este abone el exceso en dinero para compensar.
- Puede caber la opción de que los coherederos establezcan en la elaboración del cuaderno particional un régimen de comunidad ordinaria. Es decir, que esos bienes quedarán asignados en comunidad, de forma colectiva.
Reparto de una herencia: la fase de adjudicación
Se trata del último paso del proceso. En esta parte, se entregan materialmente los lotes con los bienes asignados proporcionalmente a cada uno de los coherederos, así como los títulos de adquisición o pertenencia.
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