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Tienen 260.000 euros ahorrados y quieren comprar una casa de 220.000 euros, pero su asesor les recomienda pedir hipoteca: “Si compran al contado, se quedan sin red de seguridad”

A pesar de tener fondos suficientes, una pareja opta por financiar su vivienda principal para proteger sus ahorros y diversificarlos

La figura de una casa sobre billetes de euro
La figura de una casa sobre billetes de euro |Envato
Lucía Rodríguez Ayala
Fecha de actualización:
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Comprar una vivienda al contado puede parecer la decisión más lógica cuando se dispone del dinero ahorrado necesario, pero no siempre es la más recomendable. Cada vez más asesores financieros advierten de los riesgos de inmovilizar todo el capital en una única propiedad, especialmente cuando hay hijos, proyectos vitales o imprevistos a la vista. Es el caso una pareja de divorciados que, tras vender sus respectivas casas, decidió comprar una nueva vivienda por 220.000 euros, teniendo 260.000 euros ahorrados, pero su asesor se lo desaconsejó.

La pregunta que ambos plantearon a su asesor financiero, Kenny Blein, era fue la siguiente: “¿Deberíamos usar todos nuestros ahorros o incluso el 80% como entrada?”. La pareja, según recogen desde Figaro Inmobilier, tenía unos ingresos mensuales conjuntos de 5.000 euros, y habías firmado un preacuerdo de compra de una vivienda. Tenían el dinero, pero no la estrategia clara.

En lugar de comprar al contadoel asesor les recomendó pedir una hipoteca de 210.000 euros a 20 años, dando solo 30.000 euros como entrada. La razón es que “querían guardar dinero para otros proyectos: ayudar a sus hijos, prepararse para la jubilación y aumentar su patrimonio”, explica el experto. Además, en caso de una emergencia, tener liquidez les permitiría actuar sin tener que vender su casa.

Una decisión que les dará seguridad y les permitirá obtener rentabilidad 

La decisión de esta pareja no fue solo por prudencia, y es que su asesor también les propuso obtener rentabilidad invirtiendo entre 70.000 y 100.000 euros cada uno en productos financieros diversificados. “En diez años, con una rentabilidad del 2,5 %, podrán generar unos 27.800 € de beneficios”, estima el experto. Ese dinero podría servir, por ejemplo, para amortizar parte del préstamo, una vez sus hijos, de 14 y 12 años, terminen sus estudios.

Comprar la vivienda al contado habría significado quedarse sin esa reserva y sin opciones de crecimiento patrimonial. “Si uno de ellos tiene un problema mañana, con esta estrategia podrán afrontar gastos sin tener que vender”, añade el asesor.