La decisión del Banco Central Europeo de mantener los tipos de interés sin cambios y el encarecimiento de las hipotecas han llevado a muchos hogares a replantearse cómo afrontar el pago de su vivienda. Como ayuda, el experto inmobiliario Javier Solís ha resumido con claridad lo que muchos hipotecados desconocen: adelantar pagos al inicio del préstamo puede suponer recortar más de un año y medio de intereses.
En sus redes sociales, Solís, responde a la duda sobre qué opción resulta más ventajosa a la hora de amortizar una hipoteca: “Para ir pagando mi hipoteca, ¿qué es mejor? ¿Quitarme meses o bajar la mensualidad?”. El experto inmobiliario sostiene que, si un cliente abona tres mensualidades adicionales durante el primer año, estaría acortando el préstamo en hasta 20 meses, lo que supone un ahorro efectivo de 17 meses de intereses.
“Si tú abonas tres mensualidades más en el mes 12, le estás quitando al préstamo 20 meses. Es decir, por pagar tres meses por adelantado el primer año, realmente te estás ahorrando 17 meses”.
Acompañado de una gráfica, el especialista subraya que “cuanto más rápido hagas los abonos de capital, más impacto tienen”. Y añade: “Precisamente por eso, cuanto menos tengas la hipoteca pendiente en el banco, menos intereses se generan”.
¿Es mejor reducir el plazo o reducir la mensualidad?
Solís confirma su planteamiento: “Si me preguntas dónde pagas menos, la respuesta es reducir el plazo. Pagas mucho menos dinero en total. Pero si lo que buscas es comodidad y flujo mensual, entonces reduce la mensualidad”.
Según explica el experto, acortar el plazo del préstamo permite pagar menos dinero, ya que al disminuir antes el capital pendiente se generan menos intereses. En cambio, bajar la mensualidad solo ofrece una cuota más cómoda, pero sin un ahorro significativo a largo plazo.
La Ley 5/2019, de 15 de marzo, reguladora de los contratos de crédito inmobiliario permite realizar amortizaciones anticipadas parciales o totales en la mayoría de hipotecas, aunque conviene revisar las posibles comisiones y condiciones específicas de cada contrato. Las entidades financieras suelen ofrecer ambas alternativas, (reducir plazo o cuota) y la elección dependerá de las prioridades del cliente: ahorro a largo plazo o liquidez mensual inmediata.
En este sentido, la economista Lorena Álvarez advierte que los bancos suelen preferir que el cliente amortice reduciendo la cuota, “porque así seguirás pagándoles una gran cantidad de intereses”.