Calibrar el hecho de retirarse anticipadamente con los mínimos perjuicios económicos se ha convertido en la gallina de los huevos de oro del grueso de la población, ahora que las edades de jubilación tienden a estirarse debido al aumento general de la esperanza de vida y la sostenibilidad de las pensiones, entre otras razones. Es la balanza de la jubilación anticipada.
Todos quieren dar carpetazo a su vida laboral para comenzar una de las etapas más esperadas: la de la jubilación, en la que se puede exprimir la vida con una menor cantidad de preocupaciones. En España, en este 2022, la jubilación anticipada se puede solicitar a los 64 años y dos meses, como máximo. Sin embargo, un matrimonio estadounidense logró hacerlo a los 41.
Con la inversión inteligente en los productos financieros adecuados de sus ahorros, el alquiler de su domicilio habitual y la elección de una ciudad amable en cuanto al coste/calidad de vida se refiere, la fórmula empleada por Alex Trias y que acabó siguiendo su esposa se ha convertido en viral después de ser reproducida por el canal ‘CNBC Make It’.
Portugal, una jubilación de ensueño
Mientras otros optan por el método clásico y el más básico, el de ahorrar llanamente todo el dinero posible durante su etapa laboral, Trias explicó al medio de comunicación estadounidense cómo maximizó de tal manera el sueldo de seis cifras que se embolsaba por trabajar como abogado para vivir ahora como un jubilado que ha apurado hasta el máximo sus días de trabajo con solo 41 años.
Conseguir una fuente de financiación pasiva a sus principales gastos diarios fue una de sus primeras tareas. Y el más eficaz para ello fue el de invertir en productos financieros a largo plazo con alta rentabilidad. De esta manera, consiguieron que sus ahorros fueran ‘ganando dinero’ por sí solos. Con ello consiguieron un fondo de emergencia.
Sin embargo, la decisión clave acabó resultando la elección para vivir de una ciudad con un gran abanico de atractivos para la jubilación. El principal, un nivel de vida más asequible económicamente que en Washington D.C., donde vivían con su hija, que les ha permitido reducir un 50% sus gastos. En otras palabras, que ahora suelen disponer de un 50% más de dinero.
En Lisboa, ciudad a la que acudían de vacaciones y acabó siendo su residencia habitual, fueron conscientes de que su dinero e inversiones ‘valían’ más. Es decir, que le podían sacar una mayor rentabilidad. "Reinvertimos esos ahorros en más acciones que pagasen los dividendos para aumentar nuestros ingresos pasivos", explica Trias. Así, lograron estirar el uso de los 126.700 euros que consiguieron de fondos.
Una vivienda más barata, el precio de los alimentos, el seguro médico, el transporte, las facturas de la luz y el gas, el internet… Todo ello sin contar con los impuestos portugueses, los más bajos de la eurozona: “No tienen impuestos sobre el patrimonio y a los expatriados que residan más de 183 días en el país se le considerará un contribuyente portugués".
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