El Índice de Precios al Consumo, más conocido por sus siglas como IPC, ha sufrido una subida importante en el último año, alcanzando el 6,5% de inflación acumulada en 2021. La más alta en los últimos 30 años, ahí es nada. Recordemos que este valor sirve para medir la evolución del conjunto de precios de los bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares en España. Por lo que si no se actualiza el sueldo de los trabajadores acorde a lo que, por poner un ejemplo vale llenar la cesta de la compra, da como resultado una pérdida importante del poder adquisitivo.
Ahora también entra en juego otro factor económico que tiene que ver con la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) planteada para el próximo 7 de febrero por Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y Economía Social. En la actualidad se encuentra situado en 965 euros brutos al mes repartido en 14 pagas anuales, aunque la intención es que este año llegue a sumar los 1.000 euros. Pero hasta entonces, habrá que esperar a ver lo que el Gobierno de España consigue acordar con los agentes sociales, esto es, patronal y sindicatos.
Por lo que ahora también cabe preguntarse hasta qué punto la nueva reforma laboral y la vuelta de la ultraactividad de los negocios, así como la negociación de las actualizaciones salariales, influye en ello gracias a sus fórmulas flexibles en cuanto al incremento de las nóminas. A este respecto, grandes fuerzas sindicales como es el caso de UGT, apuesta porque suban cerca de un 5%. Tanto es así que defienden que “no debe firmar ningún convenio colectivo que no tenga cláusula de revisión salarial”. “Los profesionales no pueden seguir perdiendo poder adquisitivo”, señala Mariano Hoya, vicesecretario General de Política Sindical.
¿Debe la empresa subir el sueldo en 2022 por la subida del IPC?
Es aquí cuando surge el quid de la cuestión. ¿Deben las empresas subir el salario de sus empleados acorde a la inflación? La respuesta a esta pregunta es clara y concisa: no están obligadas. Y es que el hecho de que el IPC aumente no quiere decir que también lo haga de forma automática las gratificaciones. Esto dependerá, en cualquier caso, de la negociación entre la empresa y los trabajadores lo que lo determinará.
Es algo completamente voluntario, al contrario del SMI en el que sí tienen la obligación de hacerlo, como ya lo han hecho algunas grandes empresas en el tejido productivo español. Este es el caso, por ejemplo, de Mercadona, una compañía líder en empleabilidad con 96.000 trabajadores en plantilla. La empresa valenciana ha decidido subir las retribuciones mensuales de sus empleados a partir del 1 de enero de este mismo año, con salarios base a partir de los 1.425 euros brutos al mes para aquellos con menos de un año de antigüedad ocupando una plaza en alguna de sus tiendas o bloques logísticos.
Algo que también han puesto en prácticas otras multinacionales de la talla de IKEA, Leroy Merlin, Bricomart, El Corte Inglés, Decathlon, Carrefour, FNAC o MediaMarkt. Todas ellas forman parte del Convenio colectivo del sector de grandes almacenes, por lo que a partir de este mes, los sueldos de sus miles de empleados subirá en un 1%. Puede parecer insignificante a primera vista, sin embargo hay que recordar que la patronal apostó por la congelación salarial.
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