¿Cómo estudiar para un examen? Consejos para te cunda en tus estudios

A menudo se suele confundir el hecho de estudiar para un examen con pasar una infinidad de horas delante de los libros, aunque no es lo mismo. Y es que como diría el refrán, a veces menos es más. Es entonces cuando entra en juego el hecho de saber cómo ser productivo, aunque reconozcámoslo, no siempre es fácil. Sin embargo, existen ciertas técnicas y consejos de estudios para que te cunda en tus estudios.

Lo cierto es que hay muchos trucos para estudiar de manera eficiente que probablemente nos suenen a todos. Es el caso, por ejemplo, de contar con una organización previa así como planificar con antelación las oposiciones o pruebas. Hasta ahí bien, pero vayamos un poco más allá. En la era tecnológica en la que todos estamos envueltos de pleno, el móvil se convierte en la primera fuente de distracción y, además, a lo grande. ¿A quién no le suena eso de mirar qué hora es y que hayan pasado más de 15 minutos delante de la pantalla revisando cada una de las notificaciones? Todo un clásico.  

Pero no se trata de apagar el teléfono durante todo el día y permanecer incomunicados, casi fuera del mundo que nos rodea. Es más, esto puede generar todo lo contrario y verse reflejado en forma de ansiedad o estrés digital. Para solucionarlo, ahí va un método infalible.

¿Cuál es la mejor manera de estudiar?

Durante esas horas que se tienen planificadas para el estudio, se recomienda desactivar las notificaciones y la conexión a internet de las aplicaciones de mensajería instantánea: WhatsApp, Twitter, Instagram o Facebook. Al principio puede parecer complicado para cualquiera, sin embargo, con el paso de los días los resultados de cara a tener que enfrentarse a los apuntes son más que fructíferos.  

Otra pregunta. ¿Estudiar en casa o en la biblioteca? Para responder a esta pregunta lo primero que se debe de tener en cuenta es que la mejor manera de estudiar es mantener la concentración en el tiempo y estar focalizado de forma plena en la tarea. Por lo tanto, dependerá estrechamente de cómo se sienta más cómodo el estudiante. 

Justo en este mismo sentido, hay que evitar las distracciones y eliminar aquellos elementos que puedan distraer. Es justo a continuación cuando entra en juego la organización que se comentaba antes. ¿Se tiene a mano todo lo que se necesita para poder desarrollar las tareas de ese día? No dejes todo para el final.

Llegado a a este punto, hay que recordar que enfrentarse a los apuntes no es sinónimo de aburrimiento. Es más, estudiar puede ser estimulante y apasionante, sobre todo, si se sabe cómo. Otra pauta de gran ayuda es la de establecer objetivos a corto plazo y reflejarlos sobre el papel, apuntándolo con puño y letro. Y es que si se fijan metas a largo plazo, lo más fácil es que se pierda el interés por ellas soberanamente. En resumidas cuentas, ¿qué logros se han conseguido ese día?