El pasado 30 de junio se puso fin a la Campaña de la Renta 2024/2025. Hasta entonces, tanto los trabajadores por cuenta ajena como los trabajadores autónomos contaron con casi tres meses de plazo para cumplir con sus obligaciones fiscales con Hacienda. Aunque la gran mayoría de la población cumplió con su responsabilidad, también hay quienes no acataron las normas.
Es por eso que la Agencia Tributaria, por medio del Ministerio de Hacienda, ha activado el envío de las conocidas ‘cartas del miedo’ o requerimientos, dirigidas especialmente a autónomos y a quienes presentaron información susceptible de generar dudas.
Hacienda empezará a hacer comprobaciones
Según los técnicos de la AEAT, esta campaña contempla más de 80 000 cartas enviadas a trabajadores por cuenta propia, superando las cifras de 2024. El objetivo es ofrecer un margen para subsanar errores después del cierre definitivo de la campaña.
De esta forma, estas últimas son notificaciones enviadas por la Agencia Tributaria a los contribuyentes sobre discrepancias, irregularidades o requerimientos en relación con su situación fiscal. Aunque estas cartas no implican una sanción inmediata, exigen que el destinatario adopte una decisión sobre cómo proceder.
De hecho, es ahora cuando los técnicos de Hacienda empiezan a comprobar las declaraciones de la Renta de los autónomos, luego de tramitar en mayo, junio y julio las devoluciones a los contribuyentes cuyas declaraciones no presentan problemas. En agosto, por tradición, apenas se envían requerimientos para no interferir en su periodo vacacional. Pero es a partir de septiembre cuando arranca el grueso de las notificaciones por errores.
Así lo comunicó el secretario del sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), José María Mollinedo, en declaraciones al portal de Autónomos y Emprendedores. Según Mollinedo, el calendario que suele llevar la Agencia Tributaria cada año obliga a los técnicos a posponer las primeras notificaciones hasta después de agosto. Ya que hasta este mes los funcionarios dedican prácticamente todos sus esfuerzos a filtrar y pagar las devoluciones de la Renta que no presentan discrepancias en el sistema.
Esta es una comunicación que se realiza a través del portal de RENTA Web, y cabe destacar que no implica que el contribuyente haya cometido alguna irregularidad, sino que se detectaron discrepancias en datos fiscales.
Qué examina Hacienda con más atención
Estas discrepancias, según Gestha, pueden venir de distintas áreas: desde ayudas públicas no declaradas (como compras de coches eléctricos o rehabilitación de viviendas), hasta ingresos que Hacienda sabe por declaraciones de terceros que ha tenido el autónomo pero que no ha incluido en su Renta.
Un punto habitual de revisión son las deducciones autonómicas de los autónomos, a veces olvidadas o mal aplicadas. Hacienda compara los datos fiscales con lo declarado para detectar posibles errores, omisiones o deducciones duplicadas. Aunque el sistema acepte inicialmente la declaración, puede posteriormente reclamar cambios o iniciar una revisión completa.
También, claro, verifica que las retenciones declaradas por el trabajador por cuenta propia coinciden con las que han sido comunicadas por sus clientes. Si hay divergencias, el pago de su posible devolución se paraliza hasta aclarar la situación.
De esta forma, el fisco alerta a los ciudadanos que no hayan presentado la declaración de la renta y estén obligados a ello, reclamando, además, el dinero a pagar, en caso de que así sea el resultado, y las correspondientes intereses por el retraso, en función del resultado del borrador, la cantidad y el tiempo de demora.
En el supuesto caso de que como contribuyentes no hayamos presentado la Renta, se deberá afrontar penalizaciones que oscilan entre el 50% y el 150% de la deuda pendiente, aunque este porcentaje puede aumentar si el retraso es considerado un perjuicio económico para el erario público. Si el resultado de la declaración es positivo o cero, se impondrá una multa fija de 200 euros.
Multa por presentarla a tiempo pero no realizar el pago
Otro de los escenarios posibles en los que la Agencia Tributaria puede enviarnos uno de estos requerimientos o 'cartas del miedo', es si hemos presentado la declaración de la renta respetando el plazo establecido, pero no hemos asumido la deuda correspondiente. Esto puede porque nuestros datos bancarios sean incorrectos o por falta de fondos para completar la transacción.
Si pagamos voluntariamente una vez nos damos cuenta de nuestro error, el recargo será del 5% sobre cantidad que debíamos pagar. En caso de recibir el requerimiento y ser notificados por Hacienda, la sanción puede ir desde los 10% al 20%.
