La primavera puede ser la estación favorita para muchas personas: aumentan las temperaturas, hay más horas de sol y podemos disfrutar más de nuestro tiempo y de la naturaleza. Pero claro, para aquellas personas que sufren la temida astenia primaveral o tienen alergias la llegada del entretiempo no les resultará tan agradable.
Aunque no se sabe a ciencia cierta, porque a algunos individuos les afecta tan mal este cambio de estación, se calcula que aproximadamente la mitad de la población puede llegar a padecer, en mayor o menor medida, los síntomas de la astenia primaveral.
Este malestar general se produce porque nuestro organismo debe adaptarse en muy poco tiempo al cambio de estación.
Al igual que sucede con muchos tipos de alergias, el comienzo de la temporada estival es para muchos un combate entre el cambio de las temperaturas y su propio cuerpo.
Entonces, ¿qué es la astenia primaveral?
La astenia primaveral es un conjunto de síntomas que puede sentir una persona con la llegada de la primavera. ¿Y por qué sucede esto? Pues sencillamente, porque hay quienes son más sensibles a los cambios climáticos, como el aumento de la temperatura y el mayor número de horas de sol, produciendo un desajuste en nuestro organismo y haciendo, que hasta que no nos acostumbremos, continúe la sintomatología provocada por la astenia primaveral.
Sin embargo, estos cambios en nuestro organismo se producen debido a una glándula localizada en el cerebro, el hipotálamo. Esta pequeña región del cerebro se encarga de regular la temperatura corporal, la sed, el apetito, el sueño y el estado de vigilia.
Si se producen cambios climatológicos, de hora o de luz el hipotálamo se altera, y de ahí vienen todos los síntomas asociados a la primavera.
Otro trastorno asociado al cambio de estación, pero que si se considera una patología, es el T.A.E. (Trastorno Afectivo Estacional). Es un tipo de depresión que se intensifica en los meses de invierno o en los de verano. En este caso es necesaria la intervención de un especialista.
¿Cuáles son sus síntomas?
Hasta que nuestro cuerpo se acostumbre a los cambios que vienen asociados a la primavera, si padecemos astenia primaveral, podremos sentirnos cansados, o tener ese ''bajón''.
Sentiremos que nos falta energía, debilidad muscular o podemos tener falta de apetito. Se puede producir, también, trastornos del sueño, como querer dormir mucho o no tener sueño cuando toque ir a dormir. Algunas personas pueden sufrir irritabilidad, cambios de humor o sentirse nerviosos. Por otro lado, es común encontrarse triste sin causa aparente o que disminuya el deseo sexual.
¿Qué hacer para combatir la astenia primaveral?
Para paliar los síntomas producidos por la astenia se recomienda llevar un estilo de vida saludable, beber mucha agua (2 litros), comer fruta y verdura de temporada, realizar deporte a menudo (30 minutos al día) y dormir ocho horas diarias.
Es muy importante una dieta equilibrada, alimentos que aporten vitaminas y minerales a tu organismo. Se recomienda el consumo de pescados azules, frutos secos o cereales integrales, los cuales favorecen la producción de la hormona serotonina, muy necesaria en estos momentos.
Evita a toda costa el consumo de alcohol, porque solo conseguirás sentirte peor y este, a su vez, hará que tu organismo se deshidrate aún más. También se recomienda reducir el consumo de café y otros estimulantes, ya que solo te harán sentir más ansioso, e incluso irritable.
Y recuerda que si haces ejercicio físico aumentarás la producción de dopamina y serotonina, hormonas que te ayudarán a sentirte mejor y más feliz.
¿Cómo saber si tienes astenia?
Si crees que tienes más de uno de los síntomas anteriormente descritos. Como por ejemplo, si te encuentras cansado, un poco más débil de lo normal, tienes falta de apetito, duermes mal, estás mal humorado o triste, o incluso notas falta de memoria o concentración puedes tener la llamada astenia primaveral. No obstante, recuerda que siempre esta sintomatología debe estar asociada al cambio de estación.
¿Cuánto tiempo dura la astenia primaveral?
Hasta que nuestro organismo se adapte a estos cambios estacionales suele transcurrir de una semana a 20 días. Aunque según la persona que lo padezca el cuadro de síntomas puede verse reducido o aumentado en el tiempo. Cabe destacar, que en el caso de que el malestar causado por la astenia dure más, se deberá acudir a un especialista para tratar nuestro caso.
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