Otra de las pensiones que también se han visto aumentadas en este año 2022 ha sido la correspondiente a la prestación de alimentos que tiene que pagar el progenitor a los hijos que tenga a cargo y estén viviendo con la ex-pareja. Aunque pese a eso lo cierto es que no se ha establecido una cuantía fija, sino que depende de dos factores para poder calcular de cuánto será la nueva prestación alimenticia.
De cara a conocer la actualización de la pensión de alimentos es importante tener en cuenta, primero, de cuánto se trata el pago de dicha prestación. Y, además, la variación del Índice de Precios de Consumo (IPC) durante el año anterior a la modificación. En este caso, el correspondiente a 2021, que se sitúa en un 5,5 % tal y como refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE) y lo que hace que cambie drásticamente la pensión que se debe pagar.
Esto ha hecho que ya a principios de 2022, más concretamente, el día 1 de enero, se actualicen las nuevas prestaciones de alimentación a los ex-cónyuges con el menor a cargo. Por lo que dependerá de cuánto sea dicha pensión hasta diciembre de 2021 para calcular, exactamente, a cuánto asciende con el inicio del nuevo año las cantidades que han de pagarse.
¿Cómo se calcula la actualización de la pensión de alimentación?
De cara a conocer cómo se actualizan las pensiones de alimentación hay que tener, como se ha aclarado anteriormente, el índice de Precios de Consumo, que el pasado año 2021 acabó con un aumento del 5,5 % a finales del mes de diciembre. Esto ha hecho que se haya visto disparado durante el pasado año y que hayan subido el precio no solo de los alimentos sino también de la energía y la gasolina entre otros.
Es en ese momento hay que saber también otro dato y es de cuánto se trata la pensión de alimentación que se está pagando actualmente debido a la sentencia. Ya que, en función de si es una cuantía y otra, el aumento también será distinto en cada caso.
¿Qué hay que hacer entonces? Pues bien, la respuesta es sencilla, hay que conocer el porcentaje correspondiente de la pensión por alimentación. A modo de ejemplo, si existe una pensión de alimentación de 100 euros al mes, hay que subirle un 5,5 % a esta cantidad, quedando una pensión de alimentación final de 105,50 euros al mes.
¿Y si el IPC es negativo?
También es posible que haya un año en el que la variación del Índice de Precios de Consumo sea negativa. ¿Qué ocurre encontra? ¿Se rebaja la pensión a pagar? Lo cierto es que no, en ningún caso se rebaja la prestación que está fijada por un juez tras la sentencia. Aunque lo cierto es que tampoco aumenta, sino que se queda exactamente igual, es decir, si se está pagando una pensión de 100 euros al mes y el IPC es negativo, la prestación se queda en 100 para todo el año siguiente, hasta conocer la nueva variación.
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