El Policía Nacional que se jubila y busca una familia para vivir

La Policía Nacional ha sorprendido a los ciudadanos con un mensaje en sus redes sociales sobre la jubilación de uno de sus agentes más queridos, después de haber brindado servicio durante 11 años. Se trata de Jota, un perro labrador que ha estado trabajando para las Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado y al que sus compañeros califican de muy sociable con las personas y otros canes.

¡Hola! Soy Jota, comienza el tweet de la Policía Nacional y continúa “Me jubilo después de cumplir con mi trabajo como agente de policía”.

Más allá de la simpática anécdota, lo que muchas personas no saben es que los perros de la policía, una vez que concluyen su servicio, pueden adoptarse, como ocurre con Jota y con tantos otros perros que han trabajado en las Fuerzas y Cuerpos del Estado. Pero, ¿cómo se hace?

‘Tras cuidar de ti, ahora necesita un hogar’

La Policía Nacional cuenta con una página web especial para gestionar la adopción de los perros que han trabajado como agentes caninos y que se han ‘jubilado’ después de años trabajando para los ciudadanos. Se trata de perros llamados K9, tal como se denomina a los que ayudan en tareas de rescate, detección de drogas, explosivos, búsqueda de personas y billetes ilegales. Adoptarlo es una forma de recompensar el servicio que han prestado.

Desde la asociación sin ánimo de lucro Adopta K9, se encargan de encontrar una familia para los perros policías jubilados, siempre priorizando las necesidades que tiene el animal, realizando una exhaustiva tarea de selección de la familia.

¿Cómo adoptar un perro policía jubilado?

Las personas o familias que estén interesadas en adoptar un perro policía jubilado, pueden hacerlo a través de la web de ‘adoptak9’. Al ingresar podrán informarse sobre el trabajo que realizan y seleccionar la pestaña que dice ‘cómo adoptar’. En esa página se podrá iniciar el proceso.

En primer lugar, habrá que completar un formulario, que en realidad es un cuestionario donde se hacen preguntas sobre la vida personal del adoptante, la experiencia que han tenido con perros de trabajo, los motivos por los cuales quiere adoptar o los horarios de trabajo. Si los/las candidatos/as superan el cuestionario, serán llamados por teléfono para aclarar dudas.

En ese momento también se les citará para una entrevista para conocerlo/a en persona y ver la casa en donde vivirá el perro. Por último, se pasa a la fase pre-adoptiva, cuando llegará el momento de entregar al agente jubilado y se ofrecerá acompañamiento para comprender mejor al perro, ya que hay que tener en cuenta de que se trata de un animal que ha sido educado para tareas muy específicas y se requerirá una etapa de adaptación por ambas partes.