Los jubilados, pensionistas y cualquier persona que necesite mejorar su salud articular o curar los problemas de piel como la dermatitis están de enhorabuena. Y es que en España hay distintos puntos donde encontrar aguas termales medicinales, algunas con una gran tradición a lo largo de los años. Son muchos los que se muestran especialmente interesados por los beneficios de estas aguas curativas, ricas en azufre o sodio y a una alta temperatura.
Varias de estas termas naturales, cien por cien accesibles para los sénior, se encuentra en Caldes de Montbui. Llama la atención porque sigue siendo igual que cuando se construyó con la finalidad de servir de lavadero. La temperatura del agua es de 38 grados y aunque el acceso es gratis, el tiempo de permanencia está regulado y el máximo son 50 minutos. En Galicia, por ejemplo, se puede acceder a una impresionante área termal en la que hay piscinas de agua caliente y fría, para los contrastes de temperatura.
El aforo está controlado también y no podrán estar más de 15 personas por hora. Son muy populares ya que cuentan con el respaldo de las administraciones, donde se podrá pedir información sobre el circuito de visitas guiadas.
Aguas termales gratis que nacen de una falla tectónica
El manantial de Caldes d’Estrac está situado en una fractura tectónica, en la falla de Vallès Penedés y el sistema Litoral. Está a 2.800 metros de profundidad, algo que hace que el agua de este balneario fluya a 38,8 grados de temperatura.
A pesar de esto, mantiene todas sus propiedades biológicas, químicas y físicas, y por ello tienen un alto potencial curativo y sirve de terapia en los momentos de más estrés. Dejando de lado este aspecto, hay otro espacio natural abierto al público que es completamente gratis, y es el de La Fontcalda en Gandesa.
Con sus aguas a 28 grados de temperatura, llevan cloruro y carbonato de calcio, sulfato de magnesio y cloruro sódico. Aunque no es demasiado extenso, sólo por beneficiarse de las propiedades de esta agua valdrá la pena.
Una de las principales ventajas es el entorno, ya que descansar en estas aguas permite contemplar además un paisaje único de árboles y naturaleza. Después de estar en estas aguas medicinales, se podrá recorrer la vía verde que termina en Tortosa.
Una piscina de aguas sulfurosas para mejorar la dermatitis
En Lleida, en la localidad de Arties, hay una piscina de aguas termales medicinales que tienen una particularidad. Son muy ricas en azufre. Las dos pozas tienen tamaños diferentes: una es cuadrada y la otra rectangular. Como particularidad, sus aguas están a casi 40 grados y sirven para paliar las molestias de la piel como la dermatitis o el acné.
Se podrán realizar paseos alrededor y disfrutar de un espacio al aire libre donde poder disfrutar del día. Y una vez que se está aquí, se podrá ir a los Banhs d’Arties pero en este caso, tienen fecha de cierre.
Para terminar, los más aventureros que quieran pasar a Francia, tiene la oportunidad de disfrutar de otras pozas en la Cerdeña (Fontpedrosa), donde hay un gran balneario llamado Bain de Saint Thomas. Tiene tres piscinas llenas de agua a 38 grados, que nacen a 58 grados pero que van perdiendo temperatura conforme llegan hasta la poza.
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