La Dirección General de Tráfico vuelve a poner su foco en el uso del cinturón de seguridad, con campañas centradas en este elemento de seguridad pasiva, ya que su utilización puede resultar de vital importancia de cara a evitar lesiones graves y fatales en los accidentes de tráfico. Los datos son claros, el cinturón de seguridad reduce en un 50% el riesgo de fallecer en un siniestro, según el propio organismo de Tráfico.
Con el comienzo del puente de agosto, donde son muchos los españoles que se desplazarán para pasar unos días de vacaciones, la DGT extrema su vigilancia tanto con nuevos radares como con el control del uso del cinturón. Como novedad, el organismo ahora está pidiendo también abrochar el cinturón de las plazas vacías.
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Es cierto que la norma sólo obliga a abrochar el cinturón de los ocupantes del vehículo, independientemente de que conduzcan o vayan de acompañantes, estén en la parte de atrás o de delante del coche. Pero ahora la DGT está recomendando también abrochar todos los cinturones de las plazas traseras estén ocupadas o no por personas. Es una medida extra de seguridad que, en una semana de tantos desplazamientos y en la que la posibilidad de tener un accidente aumenta, puede marcar la diferencia.
Este consejo cobra especial importancia ahora, de cara al puente de agosto y los viajes estivales, ya que solemos viajar con muchos objetos en el maletero y si colisionamos de manera frontal, los objetos que vayan sueltos en el automóvil pueden convertirse en auténticos proyectiles.
Protección contra el ‘efecto elefante’
"Por efecto de la inercia, cualquier objeto que viaje suelto en un automóvil continúa su marcha hacia delante y multiplica, por efecto de la velocidad, la fuerza con la que golpearía a cualquier ocupante hasta por cuarenta veces su peso a tan solo 50 km/h. Así, un niño de tres años cuyo SRI estuviera mal anclado y viajara en el asiento trasero, en caso de accidente, golpearía al ocupante —o conductor— de los asientos delanteros con la misma fuerza que si se hubiera convertido en una jirafa (a 50 km/h) o en un elefante (90 km/h), en el denominado efecto elefante", aclara la DGT en su revista Tráfico y Seguridad Vial.
La recomendación es clara y viene a protegernos en cualquier accidente o colisión, ya que por la inercia y el llamado efecto elefante, la fuerza con la que un objeto suelto dentro del vehículo golpearía a cualquier ocupante se multiplicaría hasta por 40 veces su peso a 50 km/h. Imagina si fuese un niño mal anclado o sin sujeción.
Además, solemos pensar que todo lo que llevamos en el maletero va seguro, pero lo cierto es que una colisión intensa podría hacer que los objetos más pesados, como las maletas, tumben los sillones reclinables y lleguen incluso al habitáculo delantero. Por ello, y dado que no cuesta nada, hay quienes recomiendan abrochar los cinturones cuando no vaya nadie sentado en los asientos traseros.