12 pueblos andaluces se cuelan entre los más bonitos de España, según National Geographic

La revista National Geographic ha destacado la belleza de 12 municipios de Andalucía en su reciente artículo sobre los 100 pueblos más bonitos de España. Desde encantadoras callejuelas empedradas hasta arquitectura histórica impregnada de tradición, la región andaluza se erige como un tesoro de maravillas visuales.

Las joyas andaluzas que despiertan admiración

Los expertos de viajes de National Geographic han actualizado su listado con los pueblos más bonitos de España y seis de las provincias andaluzas cuentan con un municipio en él. Los pueblos andaluces destacados por la revista son los siguientes:

Olvera (Cádiz)

En las tierras gaditanas, Olvera se presenta como un mirador excepcional de la Sierra de Cádiz. Con su monumental castillo y la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, el primitivo casco de la ciudad revela su pasado andalusí a través del barrio de la Villa, con un trazado laberíntico y murallas que narran historias. El mirador de la iglesia ofrece una vista panorámica incomparable, mientras que el Museo de la Frontera y los Castillos, ubicado en el edificio de la "Cilla", preserva la historia local.

Zahara de la Sierra (Cádiz)

Zahara de la Sierra se pinta con pinceladas verdes, pardas y blancas, reflejando su encanto junto al embalse Zahara-El Gastor. La torre del Homenaje y tramos de muralla cuentan la historia de esta localidad gaditana. Descendiendo por sus callejones, se encuentran miradores como el de la calle Olvera y la iglesia de Santa María de la Mesa. La esencia de Zahara se revela en la Torre del Reloj y la animada plaza de San Juan.

Setenil de las Bodegas (Cádiz)

Setenil de las Bodegas se erige como un pueblo único, donde las casas se fusionan con la roca gracias al río Guadalporcún. La calle Cuevas del Sol y el callejón Cuevas de la Sombra ofrecen un escenario mágico de viviendas bajo la roca. Su trazado medieval almohade se deja ver en Setenil de las Bodegas, en lo alto de la Calle Villa, que ofrece una de las postales más impresionantes, con casas blancas, olivos y una monumental torre del Homenaje.

Vejer de la Frontera (Cádiz)

Vejer de la Frontera, uno de los "pueblos blancos" más bellos, se despliega en un entramado de calles laberínticas, balcones y fachadas encaladas. Con su pasado musulmán, Vejer ofrece una experiencia única entre el río Barbate y el mirador de la Cobijada. El Castillo, el Arco de las Monjas y la plaza España son solo algunos de los tesoros que aguardan en este enclave histórico.

Guadix (Granada)

A solo 40 km de Granada, Guadix sorprende con la mayor concentración de viviendas trogloditas habitadas en Europa. Desde el mirador Padre Poveda, se contempla un impresionante paisaje de casas trogloditas con puertas y chimeneas encaladas. La visita a la cueva-museo del Centro de Interpretación de Guadix permite sumergirse en la vida de antaño. La Alcazaba del siglo XI, la Catedral y la plaza de la Constitución completan este viaje en el tiempo.

Montefrío (Granada)

Montefrío, con su paisaje esculpido por barrancos y arroyos, ofrece una increíble vista de la peña coronada por una antigua alcazaba nazarí. Cinco miradores rodean este nudo fluvial, ofreciendo perspectivas únicas de la iglesia de la Encarnación y el templo de Lois de Monteagudo. El centro histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico, invita a pasear entre casas singulares y monumentos megalíticos.

Pampaneira (Granada)

En pleno corazón de la Alpujarra, Pampaneira se erige como un pueblo de casas blancas con terraos grises y balcones floreados. Con un origen que se remonta a la época romana, su urbanismo y arquitectura reflejan la influencia bereber durante el período árabe-andalusí. Las fuentes medicinales y lavaderos narran su pasado morisco, mientras que los bancales de cultivos y la frondosidad de sus tierras le valen el nombre que significa "pámpano" en latín.

Cazorla (Jaén)

Cazorla presta su nombre al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, y se destaca por su encanto entre bosques de pinos y mares de olivos. Desde el Balcón de Zabaleta, se aprecian las almenas del castillo de la Yedra y las casas blancas. Recorriendo sus caprichosas callejuelas, se descubren monumentos como la Iglesia de Santa María y la Bóveda del Río Cerezuela. Cazorla se convierte así en un destino que va más allá de la panorámica.

Aracena (Huelva)

En el norte de Huelva, Aracena se presenta como la joya de la sierra que lleva su nombre. Con casas blancas y calles empedradas, este pueblo se convierte en un deleite para los sentidos. Desde las almenas de su castillo templario, se disfruta de una vista única de los pueblos circundantes. La Gruta de las Maravillas, ubicada en el corazón del pueblo, revela un mundo subterráneo sorprendente. La iglesia de Nuestra Señora del Mayor Dolor y la plaza Mayor completan el encanto de Aracena.

Frigiliana (Málaga)

Enclavado en La Axarquía, Frigiliana destaca por su luz radiante y su suelo fértil. Con una rica historia que abraza influencias fenicias, griegas, romanas y árabes, el pueblo presume de la iglesia de San Antonio, con un campanario que evoca su pasado como mezquita. El Barribarto, su núcleo antiguo, invita a explorar calles encaladas, escalinatas y patios ocultos. Aferrado a un cerro, Frigiliana guarda los vestigios de un castillo del siglo IX, fusionando historia y encanto.

Casares (Málaga)

Casares, cuna del andalucismo, se erige como un pueblo blanco con callejuelas centenarias. El lugar de nacimiento de Blas Infante en 1885 lleva a estrechas cuestas que conducen al castillo árabe del siglo XIII, una fortaleza defensiva del reino nazarí. Murallas, alguna torre del alcázar y dos imponentes arcos como el de la Villa y el de Arrabal cuentan la historia de Casares. La iglesia de la Encarnación, la ermita de Veracruz y los pintorescos miradores completan el encanto de este rincón andaluz.

Zuheros (Córdoba)

Situado en la Sierra Subbética de Córdoba se encuentra Zuheros. En este pueblo destacan sus casas revestidas de sal, sus calles con recovecos y curvas y un castillo que las cobija. Además, un yacimiento neolítico con pinturas rupestres, la Cueva de los Murciélagos, se puede visitar a escasos kilómetros. 

Estos pueblos, con su encanto y singularidad, nos invitan a descubrir la auténtica riqueza de la Andalucía rural, donde la historia, la arquitectura y la naturaleza se entrelazan para crear experiencias inolvidables.