La fuerte comercialización de casas prefabricadas es ya una realidad más en el mercado inmobiliario de España. Lo que no se esperaba es la creciente demanda de viviendas modulares pasivas, más conocidas por su nombre en inglés como Passivhaus, que también han experimentado en nuestro país una fuerte crecimiento entre los potenciales clientes interesados en este tipo de innovadoras construcciones. Pero lo primero que hay que saber es qué es una casa prefabricada pasiva.
Se tratan de diseños construidos bajo los estándares más exigentes de eficiencia energética en el mundo, manteniendo altos niveles de bienestar y confort en cada una de las estancias. De hecho tiene nombre propio y se le conoce como el estándar Passivhaus cuenta con 5 principios esenciales que responden al máximo ahorro energético, y que trabajan conjuntamente para garantizar el rendimiento final de la edificación.
Es más, para que esto suceda, deben ser verificados durante el proceso constructivo y contar con la certificación Passivhaus. Pero si por algo destacan y sobre todo se diferencian del resto de viviendas convencionales es por sus múltiples ventajas, en la que sin lugar a dudas destaca el ahorro de energía. Principalmente en agua, luz y gas. Lo que sirve de aliciente teniendo en cuenta el elevado precio del recibo eléctrico en los últimos meses.
Pero, ¿cómo se consigue? Son muchos los factores que influyen durante su construcción, aunque destacan por unas características específicas que veremos a continuación.
¿Qué quiere decir casa prefabricada pasiva?
El término “casa pasiva” engloba a todas aquellas viviendas basadas en un concepto de construcción sostenible. Durante la industrialización de la construcción se siguen ciertos patrones preestablecidos, como el aislamiento térmico por ejemplo.
Además, destacan por tener la máxima eficiencia energética como pilar fundamental a la hora de crear espacios confortables y respetuosos con el entorno que les rodea con la mínima huella ecológica. A todo ello hay que sumarles el uso de materiales reutilizables y reciclabes, como la madera o el hormigón para hacer un buen uso de los recursos de la naturaleza, lo que consigue una disminución de las transmisiones térmicas tanto en verano como en invierno.
El objetivo es reducir al mínimo el consumo de energía junto a la disminución del número de transportes de materiales a obra con el consiguiente ahorro de recursos que eso supone. Además, se suele optimizar la utilización de materiales sin producir apenas desperdicios, lo que se ve reflejado en la mínima producción de escombros o residuos gracias a sistemas de construcción en seco.
Cuáles son las características de una vivienda prefabricada Passivhaus
Hay que tener en cuenta que una casa prefabricada pasiva tiene que ser adaptada a la climatología de cada zona, teniendo en cuenta cuestiones fundamentales para el comportamiento térmico, su orientación y sus condiciones geométricas. Aunque va un paso más allá y son las que tienen que ver con los requisitos topográficos, para tema de viento, lluvia, nieve y humedad.
Otro punto clave tiene que ver con las normativas municipales. Cabe recordar a este respecto que las casas prefabricadas con sujeción al suelo son consideradas como bienes muebles, por lo que necesitan tener las licencias necesarias para poder instalarse.
Para conocer todas las características que debe tener una Passivhaus nos hemos servido de la ayuda de la empresa española especializada en este tipo de hogares Prefabricamos Viviendas.
Excelente aislamiento térmico
El factor clave para que esto suceda es contar con el correcto uso de materiales con aislamiento térmico en paredes, suelo y techo capaz de lograr un ambiente envolvente con una muy baja transmitancia térmica, independientemente de en qué estación del año se encuentren los compradores.
Carpintería de altas prestaciones
Las viviendas Passivhaus requieren del uso de ventanas y puertas de altas prestaciones, aisladas y estancas al aire. En el caso de las ventanas, normalmente se utilizan dos y hasta tres paneles, siendo los exteriores bajo emisivos con cámara rellena de gas inerte. El resultado es que se garantiza una muy baja transmitancia térmica junto un gran aislamiento acústico y un mantenimiento de la energía en las cuatro estaciones del año.
Estanqueidad del aire
No es tarea fácil, puesto que a diferencia de la creencia de los profesionales del sector de la construcción, la mayor parte de la energía de una edificación se pierde por convección o, lo que es lo mismo, movimiento de fluidos, en este caso de aire. Por este motivo, es fundamental asegurarse de la estanqueidad al aire exterior, es decir, minimizar las filtraciones a menudo tan molestas. ¿Cómo se consigue esta envolvente hermética? Hay que verificar durante las obras que existe una barrera de aire continuada en fachadas, cubierta y suelo que lo garantice.
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