La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz toma la iniciativa. Después ensanchar la grieta en el Gobierno de España de coalición que han ido generando el PSOE y Unidas Podemos en el último año de legislatura y que ahora amenaza con llegar a su límite, la vicepresidenta segunda del Ejecutivo y también ministra de Trabajo se abre al pueblo con la inauguración de SUMAR.
¿Y qué es SUMAR? Se trata de una iniciativa de seis meses de duración estimada consistente en la configuración de un espacio diálogo social con la ciudadanía en un objetivo de aproximarlos a la esfera política y que sean los propios ciudadanos los que tengan contacto directo, de primera mano, con aquellos representantes de sus intereses. Una medida que llega con dilación por asuntos externos a sus intereses.
Con casi más de medio año de retraso por la reforma laboral y la posterior guerra en Ucrania que obligaron a tomar medidas, será este viernes a las 19:30 horas de la tarde cuando dé su pistoletazo de salida en El Matadero de Madrid. Allí están citados distintas personas del ámbito de la sanidad, de la educación, la cultura, así como representantes del mundo de las plataformas y del sector de los cuidados.
Díaz, ¿candidata a presidenta del Gobierno?
Según la propia Díaz, la iniciativa, que lleva su cuño y supone una especie de tráiler para sus proyectos futuros, formalizará un espacio en el que facilite que la ciudadanía se sitúe en el núcleo y se sienta partícipe de aportar sus ideas de cara a la construcción de un proyecto de país.
Entre ellos, servirá como termómetro para seguir adelante con su idea de ser la primera presidenta del Gobierno del país en las próximas elecciones generales de 2023. Una idea que cada vez va cogiendo más entidad y que con la sola presentación de su candidatura ya acabaría resultando un hecho histórico. Ya se ha deslizado que contaría con el apoyo de Podemos, IU, En Comú Podem, Más País o Compromís.
SUMAR de Yolanda Díaz, sin élite política
Aunque se trate de una intentona para acercar a las cada vez más alejadas clases política y ciudadanía, el hecho es que no contará con representaciones de primer orden a excepción de la propia Díaz. El motivo de ello es el de no eclipsar a los protagonistas, la sociedad civil. La idea que deslizó la vicepresidenta segunda del Gobierno es tratar de ‘limpiar’ la imagen fraccionada de la izquierda por la división de ambos partidos al mano del Estado.
Sobre todo, la que representa, Unidas Podemos, que en su seno está más unido que nunca. Todo ello tras la última fricción sobre el gasto gubernamental en defensa, que volvió a evidenciar las diferencias, cada vez más notables, entre ambas formaciones después de que Díaz solicitar la convocatoria de la comisión de seguimiento del pacto de coalición para tratar de rebajar las tensiones.
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