Decorar la casa al gusto propio suele ser la mejor de forma de sentirse cómodo en ella convertirla en el hogar ideal. Las opciones son infinitas, sofás, sillas, estanterías, alfombras… pero cada vez son más las personas que optan por el minimalismo, un estilo de vida que reduce lo superfluo para centrarse en lo esencial. Esta es la filosofía que ha llevado a la práctica una pareja de Sudáfrica, que decidió prescindir casi por completo de los muebles en su casa y, cuatro años después, aseguran estar más felices que nunca sin sofá ni sillas cómodas.
Actualmente, según explican en Business Insider, viven en un apartamento con jardín, pero el mobiliario se limita a una mesa de bambú para portátil y dos colchonetas de camping. A sus 57 y 60 años, podría esperarse que invirtieran en un sofá reclinable o en muebles para ver la televisión, pero lo cierto es que pasan la mayor parte del tiempo sentados en el suelo sobre colchonetas de yoga.
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Para ellos, esta forma de vivir ha sido una fuente de satisfacción y bienestar físico. “Sinceramente, nunca hemos sido más felices”, cuentan. Si les hubieran dicho hace unos años, cuando se sentaban en un sofá en forma de L, que acabarían viviendo así, habrían pensado que era una broma. Y, aunque todavía sueñan con ese sofá cómodo, no lo cambiarían por nada. Reducir su casa a lo esencial ha traído consigo varios beneficios que no esperaban.
Beneficios inesperados y mejora física de no tener muebles ni sofá
La pareja explica en el medio que desde que empezaron a vivir sin muebles, notaron cambios concretos en sus cuerpos:
- Se sienten más fuertes físicamente, probablemente porque levantarse y sentarse desde el suelo implica un ejercicio constante.
- Su postura ha mejorado, ya que no dependen de sillas cómodas para pasar horas sentados.
- Su equilibrio ha aumentado, aprendiendo a levantarse y sentarse sin apoyo de las manos.
Además, el estilo de vida minimalista ha hecho que las tareas domésticas sean muchísimo más sencillas, no hay nada que mover ni limpiar alrededor, y el apartamento siempre está ordenado e impecable, incluso con un gatito rescatado que adora jugar bajo las piernas de sus dueños.
Este estilo de vida también se adapta a su deseo de cambio constante. En los últimos años, han hecho varias mudanzas, y no tener muebles facilita todo el proceso. Cuando aparecía un apartamento casi vacío en su búsqueda, lo tomaban como una señal para seguir adelante con su experimento de vivir sin muebles, confiando en lo que la vida les ofrecía.
Cuando explican a otras personas cómo viven, la pregunta más habitual es ¿Y cómo os entretenéis? La respuesta para la pareja es sencilla, no como en un salón tradicional. No tienen sofá para recibir invitados largas horas, así que han encontrado un equilibrio diferente, se reúnen para pasear, tomar un café o salir a comer.
Aseguran que puede que este modo de vida no funcione para todos, pero para ellos ha sido una elección acertada. Aunque prevén experimentar de cara al próximo año con incluir una cama y un sofá, no por necesidad, sino porque planean vivir en una camioneta donde esos dos elementos, explican, se hacen casi indispensables.