Las 6 cosas del baño que casi nadie limpia: pueden pasar meses sucias sin darte cuenta

El cuarto de baño es uno de los sitios de la casa que más veces se tiene que limpiar y desinfectar. Aunque dé mucha pereza realizar esa tarea debido a la profundidad que requiere su limpieza si realmente se quiere dejar bien. Es un sitio complejo porque se junta humedad, pelos, restos de jabón que se secan, olores y cal en las duchas. Todos estos factores y otros, hacen que existan pequeños sitios del baño a los que la mayoría nunca le han pasado un trapo. Esto quiere decir que, allí, por meses, puede haber suciedad acumulada que puede crear bacterias y poner en riesgo nuestra salud.

Si lo que realmente quieres es realizar una limpieza profunda debes conocer los 6 lugares que casi nadie limpia, porque no se conocen o no se han visto. Según el medio ‘Good HouseKeeping, estos son: debajo del fregadero, la tira que sella la mampara de la ducha, el portaescobilla del baño, el hueco entre el inodoro y la pared, el orificio de desbordamiento y el cabezal de la ducha. Pero entonces, ¿cómo es la mejor forma de limpiarlos?

Debajo del fregadero, donde nunca miramos

Por lo general el fregadero se limpia por la parte de arriba, y se olvida la parte de abajo donde muchas veces además de polvo se pueden acumular restos de jabón, salpicadura de pasta de dientes, etc. que con el paso del tiempo se secan y fomentan el crecimiento de bacterias. Pasar un paño con un buen limpiador en espuma, es una de las soluciones.

Presta atención a toda la mampara de ducha

Las mamparas de ducha suelen ser motivo de preocupación por las gotas que quedan marcadas si no se secan adecuadamente después de ducharse. Pero poca atención se le da a la hora de limpiar, a la tira de sellado de las mismas. Un lugar que, por permanecer siempre húmedo por el contacto con el agua, comienza a ponerse con el paso del tiempo de color negro. Allí se acumulan bacterias.

Por ello, puede no valer la pena limpiarlo y es mejor reemplazarlo por uno nuevo, para lo que se deberá retirar de la mampara con cuidado, deslizando hasta desprenderse.

El portaescobilla del inodoro, el gran olvidado

Para ser sinceros, no es el elemento del baño que sea más agradable de limpiar, pero es necesario. Es importante sumergir el cepillo en agua con jabón o unas gotas de cloro una vez por semana para desinfectar. Cuando se quite del recipiente, hay que dejar secar el cepillo y desechar el agua.

El hueco entre el inodoro y la pared

El inodoro se suele limpiar a conciencia, sin embargo, la parte de detrás, aquella que por lo general está cerca de la pared, se deja en el olvido. Se trata del hueco que suele existir entre el accesorio (también puede ser el bidé) y la pared, donde conecta la tubería. Puedes utilizar para esa zona de difícil acceso un cepillo de dientes con algún desinfectante fuerte, y luego enjuagar.

El cabezal de la ducha no se limpia solo

Es común pensar que el cabezal de la ducha está siempre limpio porque por allí pasa el agua con la que nos duchamos. Sin embargo, el agua contiene residuos, como la cal, que con el tiempo no solo tintan la zona de blanco, sino que además tapan los pequeños orificios por donde sale el agua.

Para una limpieza profunda se recomienda retirar el cabezal y meterlo en una bolsa de plástico llena de vinagre blanco mezclado con agua, ambos en la misma proporción. Se debe dejar allí sumergido durante toda la noche, y enjuagar con agua tibia y jabón a la mañana siguiente. 

El orificio del desbordamiento: el gran desconocido

Lo vemos a diario pero no le damos la importancia que tiene. Es el orificio del desbordamiento que se encuentra, por lo general, debajo del grifo. Como su nombre indica, su función es la de evitar que el lavabo desborde. Este se puede limpiar con un cepillo de dientes viejo y un limpiador de baños, y se le puede echar bicarbonato en el caso de que desprenda un mal olor.