Solo el 20% de los padres usa el permiso de paternidad de forma corresponsable

Solo el 20% de los padres que disfrutan del permiso de paternidad lo hace por turnos para favorecer la incorporación de la madre al trabajo.

El permiso de paternidad no se está usando de forma corresponsable Canva
Esperanza Murcia

En 2021, se equipararon los permisos de maternidad y paternidad, lo que dio lugar al permiso por nacimiento y cuidado del menor, que permite a padres y madres disfrutar exactamente de las mismas semana de permiso. El objetivo era promover la igualdad de género en el mercado laboral y en el cuidado de menores. Pero, ¿se ha conseguido?

El estudio ‘¿Cómo incide el nuevo diseño de los permisos de nacimiento en la corresponsabilidad?’, elaborado por el Instituto de Estudios Fiscales del Ministerio de Hacienda, aborda esta cuestión mediante el análisis de los registros administrativos de la Seguridad Social de 2016 a 2023. Y se desprende una cifra muy reveladora: solo el 20% de los padres utiliza el permiso por nacimiento y cuidado del menor de forma corresponsable.

Es decir, solo 2 de cada 10 hombres lo utiliza turnándose con la madre para que ella pueda volver al trabajo y extender así al máximo el cuidado del bebé. Antes de profundizar cabe recordar cómo se puede disfrutar de este permiso, de unas 16 semanas de duración: las 6 primeras deben disfrutarse obligatoria por ambos progenitores, de forma ininterrumpida y a jornada completa. Ahora bien, las 10 semanas restantes se disfrutan por semanas, pudiendo elegir entre cogerlas todas juntas o por semanas sueltas dentro de los 12 meses siguientes al parto. 

Partiendo de esta base, el 50% de los padres usa todo el permiso simultáneamente a la madre (es decir, a la vez que ella), lo que acorta el tiempo que el bebé está cuidado por sus padres (16 semanas, cuando podrían ser 26) y “fomenta el rol de padre ayudante en lugar de padre cuidador principal, dados los roles de género actuales”, según el informe. Recogiendo el dato anterior, solo el 20% de los padres separa las 10 semanas finales.

La opción que más favorece la igualdad de género es la turnicidad del permiso

En el estudio presentado, con el objetivo de alcanzar la igualdad de género, se expresa que la opción que más favorece la corresponsabilidad es que los padres usen todo el permiso (agoten las 16 semanas) y lo hagan turnándose con la madre en las 10 semanas que se pueden fraccionar. Es decir, que no coincidan en esas 10 semanas con la madre. Estos son los motivos que presentan para llegar a esta conclusión: 

  • Alarga al máximo el tiempo que el bebé está cuidado por uno de sus progenitores a un total de 26 semanas (16+10).
  • Permite que la madre se reincorpore al trabajo mientras el padre cuida del bebé, favoreciendo la participación laboral de las mujeres.
  • El hecho de que el padre cuide del bebé en solitario fomenta que se responsabilice por completo del cuidado, abandonando el rol de padre ausente o ayudante y asumiendo el rol de cuidador principal.
  • Optimiza la eficiencia de los recursos públicos, ya que con el mismo nivel de gasto público se consigue más tiempo de cuidado para los bebés y además se fomenta la corresponsabilidad.
  • Se ponen las bases para que se cumpla el derecho infantil a ser cuidado por sus progenitores a lo largo del ciclo vital.

Sobre el uso del permiso, el informe también apunta que, aunque la ley actual contiene tres elementos fundamentales para la corresponsabilidad (iguales, intransferibles y pagados al 100%), contiene un cuarto elemento que la dificulta: “obliga en más de un tercio del permiso, y fomenta en el resto, al uso simultáneo de ambos progenitores, lo que provoca un efecto negativo en términos de igualdad de género”

En este sentido, añaden que el uso que hacen las madres del permiso no ha variado significativamente, y el 95% de ellas utiliza todo el permiso a tiempo completo y todas las semanas seguidas desde el nacimiento. Por ello, advierten que “la posibilidad real de las madres de volver al mercado de trabajo, bajo la condición de que el bebé esté cuidado por el otro progenitor en el hogar, es todavía muy escasa y no supone una pauta social, sino una tendencia minoritaria”. 

Asimismo, indican que esta brecha de cuidado entre el final de los permisos remunerados y la posibilidad de acceder a una plaza de educación infantil, “sigue condicionando la realidad laboral de la mayoría de las madres cuando terminan sus permisos remunerados. Siguen encontrándose en una situación en la que el cuidado y la falta de elementos estructurales las pone en una posición de debilidad en el mercado laboral, al responsabilizarse ellas del cuidado y bienestar infantil en mayor medida que los padres, en términos generales, por su rol de cuidadoras principales, que se mantiene casi intacto”.

Áreas donde hay una mayor corresponsabilidad del permiso

En el informe, se recoge qué ramas de actividad presentan un mayor porcentaje de uso corresponsable por parte de los padres a la hora de disfrutar del permiso: 

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Por su parte, estas son las áreas donde hay menos corresponsabilidad

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Este sesgo por sectores, indican desde Hacienda, podría estar explicado por las diferentes condiciones laborales propias de cada industria.

Propuestas para mejorar la corresponsabilidad 

Desde la unificación de los permisos de maternidad y paternidad en 2021, los hombres lo han ejercido y han ido incrementando su uso hasta el 100 %. En este sentido, el equipo que ha realizado el estudio sostiene que, a mayor legitimidad social, más utilización por parte de ellos. De hecho, en 2023 el 91,6 % de los que utilizaron el permiso lo agotaron. 

No obstante, como se ha explicado anteriormente, la corresponsabilidad no se ha alcanzado y las mujeres siguen asumiendo las tareas de cuidado. Para alcanzar la igualdad de género, enumeran una serie de propuestas: 

  • Reducir el tiempo de uso simultáneo obligatorio a dos semanas, en lugar de las seis actuales. Es decir, que solo dos semanas se tengan que tomar obligatoriamente a la vez.
  • Garantizar en la ley el uso por turnos a tiempo completo del resto de las semanas que no son obligatoriamente simultáneas, requiriendo únicamente el preaviso con dos semanas de antelación para su uso y suprimiendo la obligación de acuerdo con la empresa al menos para los dos primeros periodos.
  • Eliminar los incentivos en el proceso administrativo al uso simultáneo de todo el permiso.
  • Permitir que el preaviso durante el primer mes tras el nacimiento se reduzca a solo una semana.
  • Realizar la ampliación del permiso en 4 semanas, para transponer la Directiva Europea de Conciliación, manteniendo las características del diseño que han funcionado: ser igual para ambos progenitores, intransferible, pagada al 100%, de uso en los primeros doce meses del bebé y mantener seis semanas obligatorias del total de permiso. El Ministerio de Trabajo ha manifestado en varias ocasiones su intención de ampliar el permiso a las 20 semanas, buscando Yolanda Díaz introducirlo en los PGE de 2025.
  • Dar prioridad a las mejoras y ampliaciones propuestas en los permisos de nacimiento frente a potenciales cambios en la retribución de los permisos parentales recientemente aprobados.

Asimismo, indican que “la reforma del diseño de los permisos por nacimiento no permite transformar toda la estructura socioeconómica que apuntala la división sexual del trabajo”. Por ello, enumeran otra serie de recomendaciones adicionales: 

  • La universalización de la educación infantil de calidad de 0 a 3 años.
  • El establecimiento de jornadas laborales más cortas de entre 30 y 35 horas para toda la población sin reducción de salarios.
  • La universalización de servicios de cuidado de larga duración.
  • La eliminación de incentivos a permisos no pagados al 100%, como son las excedencias y las reducciones de jornada por cuidado, en un calendario de transición según se reduzca la jornada ordinaria y se universalice la provisión de servicios de educación y cuidado de larga duración.
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