La prevención del suicidio, una prioridad que también debe llevarse al entorno laboral

Este 10 de septiembre se celebra el Día Mundial para la Prevención del Suicidio. Una pandemia silenciosa en todo el mundo que, solo el año pasado en España, se cobró la vida de 3.952 personas. Según datos provisionales del Instituto Nacional de Estadística (INE), supone un descenso del 6,5% respecto a 2022, cuando se registró el mayor número de suicidios del país. 

En este día, para concienciar y sensibilizar, UGT ha querido reivindicar la clara influencia del trabajo en la salud mental, donde unas buenas condiciones laborales son indispensables para reducir la incidencia de los problemas mentales entre la población trabajadora. Aunque los trastornos mentales son el principal factor de riesgo asociado al suicidio, pueden influir otros factores, como, por ejemplo, las cuestiones relacionadas con el trabajo o las adicciones. 

A lo largo de los años, se ha visto cómo ciertas profesiones se relacionan con un mayor riesgo de suicidio, como aquellas en las que hay un mayor acceso a armas, medicamentos o sustancias químicas. De hecho, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FFCCSE) así como los sanitarios suelen registrar las tasas más altas de suicidio. 

El suicidio puede reconocerse como accidente de trabajo

Desde UGT, han querido recordar que el suicido puede reconocerse como accidente de trabajo si se prueba la relación entre las condiciones laborales y el propio suicidio. Recientemente, el Tribunal Supremo reconoció como accidente de trabajo el suicidio de un trabajador de una cadena de supermercados en Cantabria. 

El caso de un trabajador de Madrid que se suicidó por estar sometido a situaciones de elevado estrés laboral también fue considerado como accidente laboral por el TSJ madrileño, donde la empresa, conocedora de esta situación de ansiedad y estrés, no hizo nada para solucionar el problema o terminar con el acoso que venía sufriendo a manos de su directora financiera.

Esta jurisprudencia no solo se encuentra en España. Un caso de gran repercusión fue el de la empresa francesa France Telecom, condenada por la Justicia debido al suicidio de hasta 19 personas trabajadoras de su plantilla. En Japón, incluso, se ha creado el término ‘karojisatsu’ para los casos de suicidios de personas trabajadoras por el exceso de trabajo.

Medidas que se deben tomar en España

Quedando clara la influencia del trabajo en la salud mental de los trabajadores, desde el sindicato reivindican que la prevención de riesgos laborales de origen psicosocial y organizativo es esencial para evitar estos casos de suicidios. Por ello, recuerdan que las empresas deben realizar la evaluación de riesgos y aplicar las medidas preventivas derivadas de los resultados de dicha evaluación. 

Junto a esta, UGT añade una serie de acciones que deberían tomarse en todas las compañías: reducir el estrés laboral, crear un buen clima laboral libre de acoso y violencia y trabajar en la desestigmatización de los problemas de salud mental. 

Pero también hay que ir más allá y, en este sentido, llevan tiempo reclamando al Gobierno una normativa diferenciada para la exposición a los riesgos psicosociales de origen laboral, además de la actualización del listado de enfermedades profesionales español para que se incluyan las patologías derivadas de la exposición a este tipo de riesgo, como ya hace la OIT en 2010. Una promesa que realizó la Seguridad Social este mes de abril pero que todavía no se ha materializado. 

En último lugar, recogen la necesidad de negociar protocolos contra la violencia y el acoso laboral entre la empresa y la representación legal de los trabajadores, tratándose de “una herramienta esencial para evitar situaciones que puedan afectar a la salud mental y llegar a desencadenar una patología o incluso el suicidio”.