Día de la Igualdad Retributiva: análisis de la brecha salarial en España

Año tras año, durante el 22 de febrero, se arrojan estadísticas y datos que reflejan una evidencia preocupante: la brecha salarial. Principalmente, entre hombres y mujeres, pero también respecto a los colectivos más jóvenes. Es por ello que, este día, se proclamó como el “Día para la Igualdad Salarial”, que han reivindicado esta semana tanto los sindicatos como el Ministerio de Trabajo.

Este último, dirigido por Yolanda Díaz, ha reconocido que “las estadísticas muestran que las mujeres siguen ganando menos que los hombres”, una desigualdad estructural cuyas causas se deben a varios factores interrelacionados, como son la discriminación directa e indirecta, la infravaloración del trabajo de las mujeres, la segregación ocupacional en el mercado laboral fuertemente marcada por estereotipos y roles de género muy arraigados social y tradicionalmente, la escasa presencia de mujeres en los puestos de mayor responsabilidad, la desigual asignación de los complementos retributivos, y la mayor parcialidad y reducciones de jornada en los trabajos desarrollados por mujeres, debido a que han asumido, y siguen asumiendo, los trabajos domésticos y de cuidados. 

En una declaración defienden, eso sí, que “en los últimos cinco años se han producido avances importantes en la situación del mercado laboral de las mujeres”. Según datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), se ha alcanzado el número máximo de mujeres ocupadas en la serie histórica, llegando a las 9.923.400, de las cuales el 82% cuentan con un contrato indefinido, que desde Trabajo, como expresó Díaz, atañen a la reforma laboral.

Unas declaraciones que, en parte, se confirman con el informe presentado por CCOO, que recoge que durante el 2022 se registró “el nivel más bajo de la brecha salarial de los últimos 15 años”, debido al mayor incremento del salario medio de las mujeres respecto a los hombres. Pero la brecha salarial existe. Además de que perduran situaciones alarmantes para las mujeres, como es el hecho de que sigan asumiendo el trabajo parcial, o sufran más la temporalidad. 

¿De cuánto es la brecha salarial?

Comenzando por el informe de CCOO, que recoge Europa Press, las mujeres en España tendrían que ganar un 18,6% más para igualar su salario medio actual (23.301 euros) con el de los hombres (27.642 euros). Se trata de 4.341 euros de diferencia en el salario medio que se debe, principalmente, a la diferente distribución laboral y composición del empleo: “las mujeres soportan una inserción laboral en peores condiciones, lo que se traduce en un salario medio menor”. 

En otro informe presentado por UGT, pero con datos de 2021, la brecha salarial iría en la misma línea, ya que en dicho año, las mujeres ganaron 5.212,74 euros menos que los hombres: mientras que estas ganaron de media al año 23.175,95 euros, los hombres ganaron 28.388,69 euros. Por su parte, el VIII Informe 'Brecha salarial, suelo pegajoso y techo de cristal', de los técnicos de Hacienda, empeora la cifra: la brecha salarial se ha incrementado en 286 euros anuales en el último año, por lo que las mujeres están ganando 5.000 euros menos anuales respecto a los hombres.

Volviendo al de CCOO, con datos de 2022, se recoge que el salario medio de las mujeres fue de 1.941,7 euros mensuales, mientras que el de los hombres fue de 2.303,5 euros. Al mismo tiempo, preocupa el hecho de que estas supusieron el 75% de la población asalariada a jornada parcial.

Respecto a esto, UGT remarca que el trabajo a tiempo parcial sigue siendo una causa de discriminación salarial: dos millones de mujeres, una de cada cuatro con empleo, lo hace con jornada parcial, por lo que sus salarios medios se sitúan en torno a los 11.650,36 euros anuales. Supone el 23,25 % de las mujeres que, en el caso de los hombres, desciende hasta el 6,70%, con unos salarios también en esta modalidad mayores, de 12.888,85 euros anuales.

Las razones de por qué la parcialidad acusa más a las mujeres son varias. Con carácter voluntario, desprende el informe de UGT, son seguir estudiando, cuidar familiares, o por enfermedad o incapacidad. Y, con carácter involuntario, el 52% son mujeres que acceden a este tipo de jornada por no haber podido encontrar un trabajo a jornada completa. En última instancia, por tipo de hogar, los porcentajes más altos de mujeres que trabajaban a tiempo parcial en 2021, tanto en España como en la UE, fueron hogares con hijos.

Del mismo modo, acusaban una mayor tasa de temporalidad (19,6%) que los hombres (15,1%). En este sentido, según el informe, si las mujeres asalariadas trabajaran lo mismo a jornada completa que los hombres (93,6%), se eliminaría el 70% de la brecha salarial de género. Otro problema es que “siguen teniendo dificultades para los ascensos y promociones a puestos de responsabilidad, lo que limita sus posibilidades de mejora salarial”. Según datos del INE, la proporción de mujeres en cargos directivos fue del 34,8% en promedio en 2023. 

Las mujeres siguen asumiendo las tareas de cuidados

A la hora de entender la brecha salarial entre hombres y mujeres, hay que destacar que todavía hay un gran número de mujeres que no buscan empleo porque tienen la tarea de cuidar a algún familiar en situación de dependencia y, según el informe de CCOO, “esto les ocupa todo su tiempo ante la falta de medios y servicios estatales”. 

De hecho, en el mismo se refleja que el cuidado de niños, personas discapacitadas y personas dependientes es la primera causa de “inactividad” de las mujeres. Reflejado en cifras, en 2022, 1.895.600 mujeres no buscaron empleo por estos motivos. Supone el 20,1% de las mujeres inactivas, mientras que en el caso de los hombres sin empleo por esta causa, el porcentaje se reduce al 4,9%. 

La absorción de las tareas de cuidados está, como se decía anteriormente, muy relacionada con la parcialidad. Y es que datos compartidos por CSIF, pertenecientes a los últimos de la EPA, reflejan que el número de mujeres que trabajaban a tiempo parcial para el cuidado de familiares se situaba en 352.400, mientras que en el caso de los hombres la cifra cae hasta los 28.300. Esto es, por cada hombre que se ha acogido a esta modalidad, hay más de 12 mujeres.

Las mujeres jóvenes, doblemente discriminadas

En el informe de UGT, también se desprende una doble discriminación que sufren las mujeres jóvenes: estas cobran menos tanto en comparación con sus compañeros hombres, como en comparación con mujeres de mayor edad. En concreto, una mujer entre 25 y 34 años cobra 3.364,17 euros menos que sus compañeros hombres, y 4.109,05 euros menos que la media de las mujeres trabajadoras en España.

La brecha salarial, respecto a trabajadores hombres de la misma edad, es del 15%, y del 17,73% en cuanto a la media nacional de mujeres. Esto último, también se cumple en los jóvenes trabajadores: la brecha salarial entre los hombres de entre 25 y 34 años respecto a la media nacional de hombres es del 20,99%.

La brecha salarial continúa en las mujeres de edad avanzada

UGT, en el mismo informe (con datos de 2021), también recoge que a partir de los 65 años la brecha salarial se dispara al 27,73%, la más alta si se analizan las diferencias salariales por tramos de edad, seguida por el tramo de 50 a 54 años (21,61%) y del grupo de 55 a 59 años (20,51%). Así pues, en ninguna etapa de la vida las mujeres dejan de estar discriminadas.

Además, en el caso de las pensiones de jubilación, la brecha se eleva hasta el 33,13%. Del total de pensiones de jubilación, el 39,50 % son percibidas por mujeres, cuatro de cada diez, que reciben de media al mes 915,33 euros frente a los 1.368,77 euros que reciben los hombres. En las jubilaciones del Régimen General, donde se concentra el mayor número personas perceptoras, 37,29% mujeres, algo más de millón y medio, reciben de media 1.064,72 euros, una brecha respecto a los hombres del 28,83%, pues ellos reciben 1.496,05 euros.

Acciones para reducir la brecha salarial

Tanto el Ministerio de Trabajo como los sindicatos, han expuesto distintas acciones que se deben acometer para reducir la brecha salarial. Desde Trabajo, entre otras medidas, destacan el refuerzo de los derechos de información y la garantía de la previsibilidad de las relaciones laborales, mediante la modificación del Estatuto de los Trabajadores, para transponer la Directiva (UE) 2019/1152.

El objetivo de esta es instaurar unas condiciones laborales transparentes y previsibles, aunque también contribuirá a “equilibrar los usos del tiempo personal y profesional, contribuyendo a remover las desigualdades de género vinculadas a los mismos”. También han destacado las últimas subidas del SMI que, desde UGT, reconocen que es “indiscutible” que han tenido una “influencia directa en el descenso de la brecha salarial”.

Este sindicato, en el informe, también recoge una serie de iniciativas para reducir la brecha salarial, que se resumen en las siguientes:

• Exigir al Gobierno que analice en profundidad y realice las modificaciones necesarias en el contrato a tiempo parcial y en su utilización.
• Planes de actuación de la Inspección de Trabajo en materia de igualdad retributiva entre mujeres y hombres, para que actúen de oficio en aquellas situaciones donde se infravalora el trabajo de las mujeres. 
• Necesidad de que el Gobierno destine fondos, como indica la Directiva de Transparencia Salarial, para la formación de las personas negociadoras de convenios colectivos y planes de igualdad.

Por su parte, Unai Sordo, durante la presentación del informe de CCOO, incidió en la necesidad de que se despliegue “una potente estrategia de cuidados” que contribuiría a largo plazo a una “reducción definitiva” de las brechas salariales en España. En este sentido, aboga porque se cubran las situaciones de dependencia, tanto en la infancia  como en la vejez, con un buen servicio público.