La Justicia francesa ha confirmado el despido procedente por falta grave de un anestesiólogo reanimador que se fue del quirófano en mitad de una operación. El paciente estaba siendo atendido y los enfermeros y anestesistas realizaban procedimientos que necesitaban su supervisión como médico. Según informa Le Figaro, la sentencia, dictada el 15 de octubre por la sala civil primera del Tribunal de Casación (con funciones similares a las del Tribunal Supremo en España) aclara que este médico tenía la obligación “legal” de estar presente en el lugar.
Esto implica que su presencia debe ser física en el quirófano, y no en cualquier espacio del hospital. El problema surgió cuando el doctor estaba atendiendo de manera simultánea a tres personas. Una de ellas estaba en la consulta preoperatoria, por lo que el médico recibía un pago aparte, como informa el medio antes citado. Los otros dos en quirófano, controlados por los anestesistas.
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La clínica afirmó que el médico dejó la sala de intervenciones a pesar de ser el responsable directo de las anestesias que se estaban realizando y que esta práctica es contraria al Código de Salud Pública que se aplica en Francia.
Los enfermeros anestesistas no podían trabajar sin vigilancia
La ley francesa prohíbe a los enfermeros anestesistas que realicen determinadas prácticas con pacientes sin estar presente un anestesiólogo con conocimientos de reanimación. Este deberá haber realizado una valoración previa del paciente pero en ningún caso podrá marcharse del quirófano eliminando la vigilancia a estos sanitarios.
La presencia del médico en quirófano es obligatoria por si hubiera complicaciones durante el proceso. La dirección entendió que este requisito de permanencia no se había cumplido y que ponía en riesgo la salud del paciente.
El médico alegó que no se había ido demasiado lejos
Como recoge la sentencia del Tribunal de Casación, Sala Civil Primera del 15 de octubre de 2025, recurso número M 24-16.873, el médico impugnó el despido explicando que estar en la sala de al lado, no era incumplir la norma.
Cuando se analiza la ley, esta permite a los IADE, que son los enfermeros habilitados para realizar tareas de anestesista, llevar a cabo determinados actos pero siempre deben estar supervisados. El Tribunal consideró que el argumento de que estaba localizable cerca de la sala donde se llevaban a cabo las intervenciones no era válido ya que la norma exige su presencia “físicamente” debido al riesgo “inherente” de estos procedimientos y la necesidad de “intervenir de forma inmediata” en el caso de que haya complicaciones.
El fallo, que ha sentado jurisprudencia, refuerza la responsabilidad directa de estos profesionales en los actos que deleguen y podría obligar a los centros sanitarios a modificar el protocolo de supervisión. Para las clínicas en las que haya plantillas reducidas, la sentencia limita la posibilidad de distribuir al especialista entre distintas tareas de modo simultáneo, acotando el margen para la delegación de funciones en los enfermeros especializados.