Las personas que entran en la cárcel tras una sentencia judicial, tienen la oportunidad de desarrollarse profesionalmente y conseguir un sueldo. Los talleres y programas de promoción del empleo que se llevan a cabo 'entre rejas' facilitan las competencias profesionales y la reinserción en el mercado laboral una vez que se consiga la libertad.
Estos trabajos llevan aparejado un salario, que no es elevado pero podrá aumentarse dependiendo de las labores que realice. No sólo es una fuente de ingresos, sino una motivación más para pasar el tiempo libre del que disponen mientras cumplen condena.
Para saber cuánto gana un preso en España, hay que tener en cuenta dos aspectos. El primero es que existe un salario medio de entre 3,24 y 5,68 euros. Esto supone unos 300 euros al mes, una cuantía que como se comprueba, queda por debajo del Salario Mínimo Interprofesional (1.134 euros).
Cuántos presos hay trabajando en España
Un informe presentado por Instituciones Penitenciarias señala que en el mes de julio de este año, había 11.3756 internos con trabajo. En total, son 55.000 presos los que hay en toda España, esto es que el 20% de los encarcelados están trabajando.
Según datos que recogió Europa Press, en el año 2019 había un 24% de los presos desarrollando una actividad laboral en la cárcel. Este número ha bajado, y en 2024 hay un 4% menos. Por Comunidades Autónomas, destaca Castilla-La Mancha con un 42% del total de reclusos trabajando en un centro penitenciario. En Aragón y Castilla y León, hay un 32%.
Estos empleos consisten en llevar a cabo tareas cotidianas como la lavandería o el servicio del pan. Pero también participan en talleres con los que mejorar y adquirir competencias profesionales. El Organismo Autónomo de Trabajo Penitenciario y Formación para el Empleo, también ha explicado que en muchos casos las actividades que se realizan se desarrollan a través de empresas externas.
¿Cuál es el salario de un preso en España?
El sueldo que recibe un preso por trabajar en una cárcel española es de 3,24 a 5,68 euros la hora. Esto suma una nómina de 200 a 300 euros mensuales. Aunque se cobre menos que lo que estipula el SMI, trabajar es una motivación para los encarcelados, de modo que hay muchos que están demandando un empleo.
Pero en este caso también se ha levantado polémica, ya que muchas personas señalan que el trabajo en la cárcel supone conseguir mano de obra barata, que no cotiza siempre a la Seguridad Social. En este caso, lo que se hace, como defienden desde instituciones penitenciarias, es dotar a los reclusos de una herramienta que les ayude cuando consigan la libertad y quieran insertarse en la sociedad.
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