Aunque el Estatuto de los Trabajadores garantiza el derecho a vacaciones pagadas, disfrutar de ese tiempo fuera del domicilio no es una posibilidad real para millones de españoles. Según la Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística, más de un tercio de los hogares no pudieron permitirse una semana de vacaciones en 2024, lo que supone un incremento de tres décimas respecto a 2023.
El 33,4 % de las familias españolas no tuvo capacidad económica para disfrutar de al menos siete días de descanso en 2024, según los últimos datos del INE. La cifra, que ha experimentado un leve aumento respecto al año anterior, afecta con mayor intensidad a los hogares con menores a cargo y a quienes viven en régimen de alquiler.
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Las familias con hijos, las más afectadas
Los hogares con menores a cargo presentan mayores dificultades para afrontar el coste de unas vacaciones. Entre las familias monoparentales con hijos, el 47,8 % no pudo disfrutar de una semana de vacaciones. En el caso de los hogares compuestos por un solo adulto sin hijos, la proporción alcanza el 34,2 %. En cambio, los hogares con dos adultos trabajadores presentan el porcentaje más bajo, con un 27,2 %, aunque la cifra sigue siendo elevada. Cuando se añade al menos un menor, el porcentaje sube al 30,8 %.
Lourdes Pedrazuela, secretaria de Políticas Sociales, Igualdad y Formación de USO, subraya que “en el caso de los niños, es mucho más cruel que no puedan tener esos días en familia en el campo, en la playa, en el monte, no hablamos de grandes viajes. Entre las familias monoparentales con niños, esa carencia llega prácticamente a la mitad de los hogares”
El peso de la vivienda en la economía familiar
El gasto en vivienda, ya sea en propiedad o alquiler, condiciona gravemente la capacidad de las familias para destinar ingresos a otras áreas, como el ocio o el descanso. Según los datos, el 27,2 % de los hogares con vivienda totalmente pagada no pudieron irse de vacaciones, cifra que asciende al 30,6 % entre quienes aún pagan una hipoteca.
La situación es considerablemente peor entre los inquilinos, y es que el 48,1 % de quienes viven en alquiler no pudieron costearse una semana fuera, un porcentaje que sube hasta el 49,2 % en los casos de alquiler protegido o de renta antigua.
Pedrazuela advierte que “el alquiler es hoy mucho más prohibitivo que una hipoteca. Y, además, no tiene fin. Quienes necesitan alquilar caen en la rueda macabra de dejarse cada mes el 40, 60, 80 % de su salario en vivienda, con lo que nunca pueden ahorrar para una entrada. En estos casos, las vacaciones no se perciben como un derecho, sino como un lujo inalcanzable.”
USO pide mejoras salariales y acceso a ayudas
Desde USO se reclama una mejora sustancial del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) y una reforma de la fiscalidad para redistribuir mejor los recursos. Pedrazuela insiste en que la vivienda y los productos más básicos se han comido de largo las subidas (salariales) de los últimos años y las personas tienen que decidir entre llenar el carro o poner la calefacción.”.
Además, denuncia que las ayudas dirigidas a familias vulnerables, como el Ingreso Mínimo Vital o el complemento para la infancia, no están alcanzando de forma efectiva a quienes más lo necesitan, y aboga por simplificar los trámites burocráticos y recuperar una prestación universal por hijo.