El crecimiento de los creadores de contenido en España ha reabierto el debate sobre el papel de los influencers en la sociedad. La diferencia entre la difícil situación laboral de muchos jóvenes y los altos ingresos de algunas figuras en redes sociales ha colocado en el foco la discusión sobre la desigualdad y el valor real de estas nuevas profesiones.
En este sentido, la influencer Violeta Mangriñán ha defendido, en una entrevista concedida al podcast de ‘Ac2ality’ que acumula más de 100.000 ‘likes’, la legitimidad de su trabajo y ha rechazado que los creadores de contenido sean responsables de las dificultades económicas que afronta buena parte de la juventud en España.
Critica que responsabilicen a los influencers de la precariedad de los demás
“Se ha puesto de moda cargarle el muerto a las influencers de todo”, ha señalado Mangriñán, quien ha defendido que los ingresos del sector, en la mayoría de casos, responden a acuerdos con marcas privadas y que “si invierten su dinero en mí, es porque les sale rentable”, ha aclarado. “Que la gente no pueda comprarse un piso, no es mi puñetera culpa. No es mi puñetera responsabilidad”, ha cargado la creadora de contenido contra el estigma social que pesa sobre los influencers.
Además, la influencer ha equiparado las críticas hacia su colectivo con las que suelen recibir otras figuras públicas y ha rechazado la comparación con los salarios de los profesionales sanitarios.
“¿Tengo yo la culpa de que un futbolista gane 10 veces lo que yo gano y un médico no? ¿Voy yo ahora a cagarme en Cristiano Ronaldo o en Messi porque ganan 20 veces más de lo que yo ganaré en mi puñetera vida trabajando cada día?”
Insta a que se pidan responsabilidades a las instituciones
“Que un médico no cobre lo mismo que yo no es mi responsabilidad. Hay que pedirle responsabilidades a quien tenga la culpa de eso”, ha asegurado Mangriñán, instando a quienes cuestionan la legitimidad de sus ingresos a dirigir sus demandas hacia las instituciones. “Ve a pedirle explicaciones al Gobierno, porque a ellos sí que les estás dando tu dinero, no a mí”, ha subrayado.
Las palabras de Mangriñán han intensificado un debate que es bastante habitual en redes sociales y medios de comunicación. “Me toca muchísimo la moral porque estoy harta de leer que ‘a las influencers estas que viven sin pegar un palo al agua’, mientras yo curro como una condenada”, ha asegurado. Así, el contraste entre las críticas que reciben y la defensa que hacen de su actividad refleja la complejidad de un fenómeno que sigue generando opiniones enfrentadas.