Aunque lo habitual es que sean los hijos los que reciban la herencia de los padres tras su fallecimiento, hay motivos por los que pueden desheredar a los hijos. Desheredar a un hijo requiere cumplir con ciertos requisitos legales, en el caso de que no lo haya algunos recurren a otros medios para hacerlo. Como en el caso de este padre, que tramó durante años un plan para dejar a sus hijos sin nada, casándose con una mujer 30 años más joven, a la que dejarle su fortuna.
Según ha explicado la abogada de los hijos en el medio francés ‘Figaro Inmobilier’ este empresario empezó su “maquiavélico” plan años antes de fallecer. “El padre no quería dejarles nada”, explicó la letrada.
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Para ello, durante su primer matrimonio con la madre de sus hijos, modificó el régimen económico de gananciales para acogerse a la comunidad universal con cláusula de atribución al cónyuge supérstite, lo que permitía que todos los bienes pasaran íntegramente al cónyuge superviviente. “Esto significa que todo es común, incluso lo recibido por herencia o donación. Con esta cláusula, todos los bienes pasarán al otro cónyuge al fallecer”, detalló la abogada Julie Lado, lo que impidió que los hijos heredaran algo tras la muerte de su madre.
Una nueva esposa y el usufructo vitalicio de toda la fortuna
El rechazo hacia sus propios descendientes no era nuevo. “La relación entre el padre y sus hijos siempre había sido muy complicada”, explicó la abogada, quien recibió el caso cuando los hijos acudieron a ella tras la muerte del empresario. “Fue maquiavélico; el padre lo había preparado todo”, añadió.
La estrategia se completó tras su segundo matrimonio con una mujer 30 años más joven, que “tiene la misma edad que su hijo mayor”, a quien donó el usufructo de todos sus bienes mediante escritura pública, incluyendo ocho propiedades en alquiler y su vivienda habitual.
“El padre prefería que todo quedara en manos de alguien a quien conocía menos, en lugar de a sus hijos. Era un auténtico odio”, afirmó Lado. El resultado fue que los hijos heredaron únicamente la nuda propiedad, es decir, que no pueden vender ni utilizar los inmuebles, y la esposa puede seguir viviendo en ellos o alquilarlos durante toda su vida.
Los hijos tienen derecho a la legítima pero no podrán usarla
Aunque la ley francesa reconoce el derecho de los hijos a una porción legítima de la herencia, al igual que pasa en España, en este caso dicha reserva se ha respetado en forma de nuda propiedad, excluyéndoles del usufructo. Por ello, no es posible emprender acciones legales para anular la donación.
Esto significa que, aunque los hijos son legalmente herederos, no tienen acceso al uso ni al beneficio económico de los bienes. Solo podrán disponer del uso y disfruto de los bienes cuando muera la viuda, pero al ser de edad parecida a la de sus hijos, es muy probable que esta incluso les sobreviva.
Las únicas opciones para los hijos serían negociar la conversión del usufructo en una compensación económica. Sin embargo, ninguna de ellas es fácil ni segura, ya que según explicó la abogada, su madrastra se muestra reticente, y los hijos no disponen del dinero necesario para hacer esa operación viable.