
Los altos precios de la vivienda hacen que a los jóvenes cada vez les cueste más encontrar una casa o piso para vivir. Algunos cuentan con la ayuda de familiares, que o bien les ayudan a pagar el alquiler, les ceden alguna vivienda que no usen o se la alquilan a un precio más bajo. Y por esto último, Hacienda le reclama a un hombre de 72 años 8.000 euros, porque consideran que el precio del alquiler que cobraba a su sobrino era demasiado barato.
Este hecho ha ocurrido en Francia, concretamente en la ciudad de París, en la que según la información publicada por el medio francés ‘Le Figaro’ el anciano había alquilado a su sobrino un piso de 2 habitaciones por 400 euros mensuales.
El hombre, aseguran, cumplía con sus obligaciones fiscales declarando el dinero del alquiler que recibía de sobrino, pero tras tres años de contrato, recibió una carta de Hacienda en la que le notificaban una corrección y le reclamaban 10.000 euros.
Hacienda considera que el alquiler estaba infravalorado
Pese a que el hombre declaraba el dinero recibido por el alquiler, y pagaba los impuestos relacionados con la propiedad, la portavoz del Colegio de Notarios de París, explica en el medio que el “alquiler estaba infravalorado”. Por este motivo, el anciano había cometido, sin pretenderlo, un desequilibrio entre el valor de la vivienda y el precio que cobrara a su sobrino, lo que se percibe como un intento de optimización fiscal abusiva.
La experta asegura que “si el alquiler se considera demasiado bajo en comparación con el precio de mercado, Hacienda puede exigir un ajuste de la diferencia”. En este caso, la vivienda podría alquilarse por 1.200 euros mensuales y el sobrino solo pagaba 400 euros, lo que ha supuesto que durante 3 años “no hubiera declarado parte de sus ingresos".
El hombre, que había actuado con desconocimiento y no pretendía burlar la ley, solicitó cita en el Centro de Finanzas Públicas para explicar su situación, y consiguió que la administración anulara las sanciones que se incluían en esos 10.000 euros, de modo que rebajaron el importe reclamado a 8.000 euros.
Desde el Colegio de Notarios explican que el hombre podría haber evitado esta situación cediendo de forma gratuita el uso de la vivienda a su sobrino. Justo eso es lo que finalmente ha terminado haciendo el hombre de 72 años, que ya ha aprendido del dinero que ha tenido que pagar por su error.