Los trabajadores que ganen menos de esta cantidad pagarán menos impuestos a Hacienda

Los impuestos que se paguen a Hacienda dependerán en gran parte del sueldo que se esté cobrando, que formará parte de los ingresos anuales por los que hay que tributar ante la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT). Y es que a partir de cierto importe el valor de los impuestos que hay que pagar se dispara exponencialmente.

A la hora de tributar a Hacienda y pagar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se podrán aplicar una serie de deducciones dependiendo de las circunstancias de cada persona, y también se aplicarán unos porcentajes para aplicar las retenciones por IRPF. Estas retenciones se calcularán por tramos dependiendo del nivel de rentas que se tenga.

Qué rentas pagan más impuestos 

Cómo se ha explicado el IRPF es un impuesto progresivo, por lo que a mayores ingresos, más se paga, en función de los tramos establecidos por Hacienda para 2023, que son los siguientes:

• De 0 a 12.450 euros: 19% 
• De 12.450 a 20.200 euros: 24%
• De 20.200 a 35.200 euros: 30%
• De 35.200 a 60.000 euros: 37%
• De 60.000 a 300.000 euros: 45% 
• Más de 300.000 euros: 47%

A partir de cierto nivel de rentas, los impuestos a pagar son mucho mayores. En concreto, a partir de 35.200 euros.

Se verá mucho más claro con el siguiente ejemplo, comparando una renta de 20.000 con otra del doble, es decir, de 40.000 euros que corresponden a tramos diferentes. 

Para la renta de 20.000 euros, se calcularía del siguiente modo: 

• Primer tramo: 12.450 euros al 19% = 2.365,50 euros. 
• Segundo Tramo: 7.550 euros restantes al 24% = 1.812 euros. 
• Total: 4.177,50 euros. 

Para la renta de 40.000 euros, el cálculo sería el siguiente: 

• Primer tramo: 12.450 euros al 19% = 2.365,50 euros. 
• Segundo Tramo: 7.750 euros al 24% = 1.860 euros. 
• Tercer tramo: 15.000 euros al 30% = 4.500 euros. 
• Cuarto tramo: 4.800 euros restantes al 37% = 1.776 euros. 
• Total: 10.501,50 euros. 

Para una renta del doble de euros, los impuestos a pagar serían 2,5 veces mayores, por lo que a partir de unos ingresos superiores a 32.500 euros, el importe a tributar empieza a crecer de forma considerable.