El Ingreso Mínimo Vital es una prestación no contributiva que tiene el objetivo de cubrir las necesidades económicas de personas y familias con bajos recursos. Sin embargo, no cumplir con los requisitos provoca que a muchos les pidan los cobros indebidos de la ayuda, como a una beneficiaria de 29 años, con dos niñas. La Seguridad Social le pide la devolución de 39.000 euros, algo que dice: “Me ha arruinado la vida”, recogen en declaraciones desde Infobae.
Esta madre ha recibido una carta de la Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) exigiéndole el dinero que ha cobrado de forma “fraudulenta”. Sin embargo, ella se reafirma en que “toda la información es correcta” durante los cuatro años que ha sido perceptora de esta renta garantizada. Según la administración, “le faltaba un papel”: el certificado de empadronamiento del padre de sus hijas para acreditar cuál era el número de miembros de la unidad de convivencia.
En el primer año, la afectada cobró 200 euros al mes, pero en el segundo este importe subió hasta los 800 euros. En el tercer y cuarto año, el importe subió a los 1.000 euros mensuales. Como la afectada expresa, su mayor problema como madre soltera es conciliar con dos niñas pequeñas. “Esta deuda me va a dejar arruinada de por vida”, expresa.
Esta situación ocurrió en 2020, subsanó su error y afirma que la administración le permitió cobrar esta ayuda con carácter retroactivo y durante tres años más. Pero, de la noche a la mañana dejó de recibirla. Para defenderse, Paula expida que: “El trabajo de la Seguridad Social es saber si las personas cumplimos o no los requisitos, y, si me la han concedido, es porque los cumplo”.
¿Por qué obliga la Seguridad Social a devolver 39.000 euros de Ingreso Mínimo Vital?
Como puede comprobarse en la información que recoge la carta, la administración reclama ese importe íntegro por todos los meses percibidos al informar que la unidad de convivencia del expediente “está más conformada, ya que en el momento de la solicitud de la prestación debía haber incluido al padre de las niñas”, apuntan desde Infobae.
A pesar de que esta madre asegura que ella envió toda la información para subsanar el error, ahora ha recibido esa notificación. “Esto es un error suyo, no mío; y ahora me dicen que devuelva los más de 39.000 euros y no tengo trabajo. Llevo días sin dormir esto es un enorme daño psicológico”.
No es la primera vez que la administración pública se equivoca, existen multitud de casos en los que el Instituto Nacional de la Seguridad Social ha otorgado esta u otras ayudas y los beneficiarios se han visto envueltos en la obligación de devolver el importe íntegro, pese a sus bajos recursos económicos.
Cabe mencionar que todo cambio de información personal o económica que se produzca en un beneficiario del Ingreso Mínimo Vital debe ser comunicado. Sobre todo, si lo que se sobrepasa es el límite de rentas establecido anualmente para cada tipo de unidad familiar.
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