Santi, fontanero, habla claro sobre lo que cobra: “Por trabajar 10 minutos puedo cobrar 200 euros. Pero para eso llevo 20 años en el oficio”

Este fontanero defiende que el precio de su trabajo no depende del tiempo empleado, sino de los años de experiencia y la dificultad de cada reparación.

Santi Villafruela, fontanero |NoticiasTrabajo
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Cada vez es más común que los clientes se sorprendan por el alto coste de una reparación en casa. A simple vista, cambiar una pieza, arreglar un grifo o desatascar una tubería puede parecer caro, pero los profesionales del sector insisten en que el precio no solo refleja el tiempo que se emplea, sino también la experiencia, las herramientas y las condiciones en las que se realiza el trabajo.

Así lo defiende Santi Villafruela, un fontanero autónomo de 37 años con más de dos décadas de experiencia en el sector, en una entrevista para NoticiasTrabajo, en la que reivindica el valor del oficio y explica por qué muchos de sus presupuestos, aunque puedan parecer elevados, reflejan la experiencia y la responsabilidad que conlleva el trabajo que desempeña.

“Hay trabajos que son más caros y otros más baratos”, explica. “No es lo mismo hacer un desatasco en una casa y cobrar 400 o 500 euros por estar dos o tres horaspero es que estoy tocando la mierda de los demás”, justifica Santi sobre el tipo de tareas que muchas veces no se valoran. “A cualquiera que le digas que meta la mano en eso, aunque sea con guantes, por 100 euros le parecería poco”, añade.

Defiende que los años de experiencia también se pagan

El profesional, convencido de que el precio final del servicio prestado no solo refleja el tiempo empleado, defiende que el conocimiento acumulado tras años de experiencia también tiene su propio valor. 

“Cuando llego a una casa sin agua caliente y sé al momento qué pieza hay que cambiar, me dicen: ‘¿Solo has tardado diez minutos y me cobras 200 euros?’”, cuenta Santi, basándose en experiencias que ha tenido. Sin embargo, explica que aunque el precio pueda parecer elevado, “para saber eso llevo 20 años en el oficio”, añade, porque “a lo mejor llega otro con menos experiencia que, en lugar de tardar 10 minutos tarda una hora”.

“Es como el mecánico que aprieta un tornillo; lo que se paga no es el tornillo, sino saber cuál de todos hay que apretar. Y eso hay que valorarlo”.

Un trabajo que no está valorado

Santi lamenta que parte del problema reside en la falta de valoración social de los oficios manuales. “Voy a muchas casas donde me dicen que soy caro, llaman a otro y luego me vuelven a llamar porque se lo han dejado peor. Al final, lo barato sale caro”, asegura, haciendo hincapié en que, en ese tipo de casos tiene que incluso cobrar más porque le cuesta más deshacer lo que le ha hecho el profesional anterior que hacerlo desde cero.

Sin embargo, el fontanero lo tiene claro, y sabe que aunque algunos trabajos cuesten más de lo que el cliente espera, el precio es justo si refleja la experiencia, el esfuerzo y la garantía de que el problema quedará bien resuelto desde el principio. Así, con más de mil clientes activos, Santi reivindica el valor de su trabajo y la formación que hay detrás de cada servicio.

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