Francisco Carrasco tiene 83 años y por su trabajo recorrió toda España y parte del extranjero. Ahora mira atrás y reconoce todo el trabajo y esfuerzo invertido estos 45 años.
Empezó su carrera muy joven y al cabo del tiempo consiguió ocupar cargos de responsabilidad en una compañía alemana de ingeniería y tecnología. Acostumbrado a los ritmos del trabajo, cuando llegó el momento de la jubilación, tuvo que hacer un cambio de mentalidad e intentar adaptarse al nuevo estilo de vida que le ofrecía esta situación.
Paco, como le llaman sus conocidos, comenzó a trabajar con “solo 13 años, en lo que iba saliendo” como él mismo asegura en una entrevista a EL ESPAÑOL. Con 14 años llegó su gran oportunidad cuando le ofrecieron entrar como aprendiz en una multinacional. Sin embargo, la ambición de Paco hizo que ascendiera hasta convertirse en delegado en Andalucía.
Unos años más tarde se convertiría en director de una sucursal en Sevilla y en secretario del consejo de la empresa en España. Gracias a este trabajo tuvo “la suerte de viajar mucho, conocer gente y disfrutar” y cosechar “buenos recuerdos” en “esos años muy intensos” mientras hacía lo que le gustaba, como él mismo asegura.
Se prejubiló a los 60 años
Con 60 años decidió prejubilarse, aunque para él fue un gran cambio. Aprovechó para montar una ferretería porque como afirma “aún tenía ganas de hacer cosas”. Mantuvo el negocio hasta los 65, cuando decidió retirarse por completo.
La pensión que recibe cada mes, le permite entretenerse con algunos hobbies como “el bricolaje, el ordenador y algunos viajes” explica, aunque admite lo complicado que es vivir con esta pensión hoy en día.
Le redujeron un 35% por jubilarse antes por lo que ha tenido que “reajustarse”, indica. "Me he adaptado y disfruto de mi familia, que es lo más importante", añade. Su pensión, sumada a los ahorros que reunió durante los 45 años de trabajo le permiten vivir, aunque no todos los jubilados gozan de la misma suerte.
"Hay pensiones que no llegan ni a 800 euros. ¿Cómo vive alguien así pagando alquiler, luz, medicinas, ayudas...? Es imposible", sentencia Paco, y aprovecha para enviar un mensaje a los jóvenes: "Que luchen por lo que quieren y, si pueden, que elijan un trabajo que les guste. Y que no se olviden prepararse para la jubilación, porque aunque ahora la vean lejos, llega antes de lo que uno cree".